Testimonio del misionero de la Consolata, Andrés García, desde la selva del amazonas en Venezuela
14 junio de 2022¡Hola, hermanos y hermanas!
Con retraso, quiero compartiros en varias entregas algo del camino recorrido estos meses.
Parece ser que cuando los apóstoles permitieron al Espíritu de Dios actuar en sus almas, en sus conciencias, percibieron a Jesús vivo en medio de ellos no sólo durante las apariciones sino en todo momento. Su recuerdo, el recuerdo de sus palabras y obras, se hizo vivo y continuo, avivando un fuego, un deseo, una pasión: la Nueva Humanidad, la Nueva Creación.
Entonces, sin permitir que los miedos o las dudas los paralizaran de nuevo, salieron a contar a todos lo que habían visto, oído y experimentado. Habían entendido lo que antes no podían entender a causa de la humildad y cercanía de Jesús. Era el inicio de la misión de la Iglesia, la conciencia de ser ahora, los brazos y la piernas de Jesús, su boca, su corazón, sus testigos.
Al revivir todo lo compartido con él, todo cobra una nueva dimensión y el fuego del amor sin límites de Dios en Jesucristo, ardió en sus corazones e iluminó su inteligencia. Una fortaleza enorme encendió y sostuvo su entusiasmo por hacer conocer el sentido de la Vida y el Proyecto de Dios para la humanidad y para toda la creación.
El mismo Espíritu sigue animando hoy la misión de la Iglesia en este rincón de la Amazonía.
Al volver a Nabasanuka el 5 de abril, tras la rutina de buscar gasolina y de animar los trabajos de remodelación de la curiara durante mi estancia en Tucupita, nos metimos de lleno en la animación y la preparación para la Pascua juvenil. Del lunes al miércoles de la Semana Santa, 83 jóvenes y adolescentes se reunieron en Nabasanuka, procedentes de 6 comunidades distintas, para compartir y vivir el misterio de la muerte y resurrección de Jesucristo.
Todos emocionados porque celebraban la Pascua así, organizada por animadores warao y con miembros de varias comunidades. Al evaluar, fue unánime el deseo de hacer más convivencias en torno a la Buena Noticia de Jesús, con la participación de jóvenes de varias comunidades. El desafío es el transporte, las estructuras para acoger y la alimentación. Se expresó también el deseo de la participación de un mayor número de animadores.
Durante las celebraciones del Triduo Pascual por sectores (Winikina, Araguabisi, Bonoina y Nabasanuka), los jóvenes dieron testimonio de su vivencia y otros jóvenes se sumaron a la lista de los que desean caminar como grupo juvenil. Ahora queda el desafío de preparar contenidos adaptados y encontrar animadores que se ofrezcan para el acompañamiento.
La participación en el Triduo Pascual fue numerosa y viva en cada sector, algunos añoran los tiempos en los que el número de celebradores les permitía horarios más adaptados y sin tantos desplazamientos; otros valoran la riqueza del número y la diversidad de miembros en las celebraciones.
Quedaron comunidades sin visitar; dos sectores: Dijarokabanoko y Yorinanoko; unas 15 comunidades.
Con los cristianos de Araguaimujo, situado al sur, primera sede de la parroquia Divina Pastora, habíamos previsto celebrar el Triduo Pascual durante la primera semana de Pascua, así sería una escala en mi ruta hacia Tucupita. Al llegar, me dijeron que, al haberse desplazado a la ciudad una buena parte de ellos, habían celebrado a su manera, rezando el rosario cada día del Triduo, via crucis el viernes santo y hoguera el sábado santo, con la lectura de todas las lecturas. Así que me pidieron que celebrara sólo la Eucaristía para poder comulgar.
Al llegar a Tucupita, nos preparamos y viajamos para Caracas donde celebramos la asamblea de nuestra delegación con los demás misioneros de la Consolata que trabajamos en Venezuela. Desde entonces, hasta ahora, me debato en la remodelación de la curiara que funcionará con los paneles solares y las baterías. Los ritmos de aquí son distintos. Ya va tomando forma.
Pasé también unos días recogiendo huellas para obtener gasolina por si acaso falla el sistema solar.
Tuvimos unas dos semanas intensas para poner a funcionar baterías, paneles y regulador solar, con colaboración de hermanos y técnicos de España y de USA.
Hoy me prometieron que esta semana estará lista la embarcación…
Me preguntan qué es eso de recoger huellas para la gasolina.
En Venezuela la moneda oficial es el Bolívar. Siendo un país productor de petróleo, durante décadas han ofrecido la gasolina totalmente gratis o casi.
Con la crisis y los bloqueos, se ha llegado a una gran carestía de gasolina, por lo que el gobierno racionó la gasolina a unos 20 litros por semana (actualmente 35 litros). Para controlar, utiliza el llamado carnet de la patria, a través del cual da a cada usuario 120 litros al mes. Para acceder a ellos debes poner tu huella (dactilar) en una maquina de «biopago»; sería como tu tarjeta de crédito.
Al no tener aún permiso de residencia, no tengo carnet de identidad (cédula lo llaman aquí) y menos aún carnet de la patria, por lo que no tengo acceso a la compra de gasolina subsidiada.
Ahora bien, se puede comprar gasolina en dólares, a parte del subsidio mensual. Cuesta como 0.5$ el litro, por lo que mensualmente debería conseguir unos 400 $ sólo par gasolina, pues de promedio consumo unos 800 litros, para llegar a visitar una vez la mitad de las comunidades de mi parroquia. El desplazamiento por río consume mucha más gasolina que un carro por tierra.
Así que primero debo conseguir que las autoridades civiles y militares me concedan permiso para comprar y transportar la gasolina; después voy a la bomba durante uno o varios días para pedir a los usuarios que pasen su huella para regalarme al menos 5 litros de gasolina de su subsidio.
De esta manera, los donativos que enviáis sirven para comprar cuadernos, medicinas, ropa, lápices, alimentos, y no se acaban sólo en el combustible.
Andrés García Fernández
Misionero de la Consolata