Serrano Oceja o la pasión para armonizar Comunicación y Comunión
8 mayo de 2024Traigo hoy algunas obras necesarias para entender este fenómeno tan común como peligroso. José Francisco Serrano Oceja, nos deja en ellas reflexiones sólidas sobre este quehacer informativo, sus preocupaciones y los retos necesarios para devolverle la esencia, en armonía con el magisterio de los últimos pontífices sobre el tan apasionante como problemático asunto mediático. Y, como algunos otros, lo viene haciendo desde ciertos “cuarteles de invierno”, sin dejarse amedrentar en sus teorías y conclusiones, ofreciendo claves para los necesarios proyectos de comunicación a todos los niveles de la Iglesia. Y lo hace con una labor de siembra lenta, pero, a la postre, fructífera. Serrano Oceja, periodista sólido y solvente en España y Europa, lo viene siendo con mayor ahínco en estas horas inciertas, cuando el periodismo general, y también el religioso, viene tristemente siendo en los últimos años, una importante parte del problema, que no de la solución.
En su libro “La sociedad del desconocimiento. Comunicación posmoderna y transformación cultural” (Ediciones Encuentro, 2019) recupera algunos de los principales temas de la perspectiva humanística de la comunicación. Apuesta por la antropología como clave de la comunicación en un mundo que se ha olvidado de las Humanidades. También profundiza desde esas claves en la aportación de la Iglesia a la comunicación, pues es experta en humanidad, y por tanto en comunicación. Un estudio lúcido, documentado, bien argumentado y revelador. En otro de sus libros “Noticias y algo más sobre la Iglesia (Ediciones Palabra, 2021) pisa más la realidad y va respondiendo a preguntas concretas con el estilo propio del docente que es. Y en el texto se acerca al hilo del magisterio del papa Francisco. Cabe destacar igualmente otro libro, escrito en colaboración con Juan Cantavella, “Iglesia y comunicación en España. Apuntes para un tiempo de cambio” (2017). Y en una veintena más de obras, sea con su firma o en colaboración, va dejando claro su amplio bagaje sobre el tema, así como su pensamiento al que ha dedicado toda su vida académica y docente. Y lo ha hecho y lo hace como parte de su vocación cristiana, lo que hoy ya se conoce como la “diaconía de la comunicación”, en el más puro servicio ministerial.
Recuerdo la novela que con el título “¡El autor, el autor!“, escribió David Lodge sobre los últimos años de Henry James, el gran novelista norteamericano con alma europea. En el pórtico de la novela cargada de datos y también de humor, recoge este texto de James: “Trabajamos en la oscuridad, hacemos lo que podemos; damos lo que tenemos. Nuestra duda es nuestra pasión y nuestra pasión es nuestra tarea. Lo demás es locura del arte”. Serrano Ocena podría hacer suyas estas palabras porque “trabaja en la oscuridad” a la que se viene relegando la información religiosa. “Hace lo que puede”, que es mucho más de lo que parece. “Ofrece también lo que puede”, que no es poco y es “la pasión del periodista de raza la que mantiene y vigoriza su tarea diaria en la cartografía mediática española. Remedando a Lodge, Serrano podría escribir un nuevo libro que llevara por título “El relato, el relato!” y dejar claro que la Iglesia lo tiene desde sus inicios. Es el relato del Evangelio.
Juan Rubio Fernández
Sacerdote, escritor y periodista