Segunda Reunión de Coordinación y Formación de Kairós

     El pasado 24 de Enero tuvo lugar la segunda formación de acompañantes de los Grupos Kairós de nuestra Diócesis de Jaén. En ella, nos juntamos todos los que ya llevamos un año con nuestros adolescentes y los que han decidido embarcarse en esta nueva aventura y oportunidad que Dios nos ofrece a ellos y a nosotros. 

     Una vez más, estuvimos hablando de hacer Iglesia, de hacer Unidad, de trabajar en Equipo, de SER UNA FAMILIA. El mantenerse en contacto, el convivir unos con otros, el interesarse por nuestros adolescentes, el querer acompañarlos y el SENTIRSE KAIRÓS fueron varios de los aspectos tratados durante la primera parte de la mañana. Palabras como ESPERANZA, OPORTUNIDAD, ENCUENTRO, MUCHO, TODO, ALEGRÍA… fueron las que utilizamos los acompañantes para describir, en una única palabra, lo que significa Kairós para nosotros.

      Uno de los aspectos fundamentales tratados en la segunda parte de la jornada fue el tema de la tecnología… ¡Sí! ¡El mostrarles a nuestros adolescentes (y a nosotros mismos) que el teléfono sirve para algo más que el simple Whatsapp! El Whatsapp se convierte en un medio de evangelizar, un medio por el que estamos en contacto con nuestros adolescentes y por el cual podemos hacerles llegar la Palabra que Dios nos ofrece día a día. Sin embargo, la formación ofrecida por Don Jesús Díez del Corral de la Parroquia Nuestra Señora de la Encarnación de Peal de Becerro fue un poco más allá de la mensajería instantánea… Nos presentó varias aplicaciones para móviles con las que poder pasar más tiempo con Dios en nuestro ir y venir diario (Rezando Voy, Eprex, Rosario, Rezar en Metro, Rezar…), así como varios libros y recursos electrónicos que nos ayudan a plantear momentos de oración y dinámicas con nuestros adolescentes. Toda una riqueza que aún no sabemos apreciar y controlar y que está a nuestro alcance. Sólo a un clic. Una oportunidad única para que nuestros adolescentes lleven a Dios en su móvil. 

     Otro de los aspectos tratados en la formación fue la importancia del SILENCIO y del ESTAR y PARTICIPAR en la ECUARISTÍA, algo realmente necesario y que muchas veces, en el agobio de nuestra vida, no le prestamos la atención debida. Saber enseñar a nuestros adolescentes y a nosotros mismos cómo estar ante el Señor y poder ir conociéndolo aún más. 

     Una formación que fue ligada a una de los pilares fundamentales de cualquier cristiano: la oración. No hay necesidad de realizar múltiples actividades, una tras de otra, sino también dejar que repose, que cale. De saber buscar la media hora del día que Dios te da libre, para poder invertirla en Él. 

María Alejo Armijo

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