San Andrés de Villanueva del Arzobispo se reestrena con una Eucaristía de Acción de Gracias
2 octubre de 2017Los vecinos de Villanueva del Arzobispo vivieron ayer una jornada muy entrañable y llena de alegría con la Misa de Acción de Gracias, que presidió el Obispo diocesano, tras la reapertura de la Parroquia de San Andrés.
Después de dos años cerrada al servicio pastoral por importantes deficiencias que hacían peligrar la estructura y la seguridad de la Parroquia y tras una gran intervención arquitectónica integral, San Andrés lució este domingo como el magno templo que es, en una ceremonia donde los miembros de la comunidad parroquial pudieron disfrutar del nuevo estado de la iglesia villanovense.
Daban las doce del mediodía, cuando la procesión inicial salía del Convento de Santa Ana de las Madres dominicas para dirigirse hacia la parroquia de San Andrés. El Consejo parroquial; sacerdotes del Arciprestazgo del Condado las Villas; sacerdotes hijos del pueblo; el párroco, D. Bartolomé López; el Vicario General, D. Francisco Juan Martínez Rojas y el Obispo de Jaén entraban al renovado templo mientras sonaban las voces de MusicAlma de Linares.
En el altar mayor, que también ha sido limpiado a fondo en esta importante rehabilitación, se encontraban la Virgen de la Fuensanta y el Cristo de la Veracruz, patronos de la Villa y llevados exprofeso para esta celebración.
El párroco, D. Bartolomé López, fue el primero en tomar la palabra para dirigirse al Obispo en su nombre y en el de toda la feligresía. Agradeciendo a Don Amadeo su presencia, dijo: «Os recibimos llenos de gozo y con un sueño hecho realidad: abrir las puertas de nuestro majestuoso templo parroquial; porque después de dos años fuera de él, como verdaderos peregrinos, volvemos a la que es y debe ser nuestra casa en la fe y lo hacemos de su mano Señor Obispo, como Padre y Pastor; con el convencimiento de que «los que son de Dios y de Jesucristo, viven unidos a su Obispo», así nos lo enseña San Ignacio de Antioquía.
«Señor Obispo,- continuó el Párroco y Arcipreste– «estas tierras del Alto Guadalquivir, son tierras de cristianos viejos, FUERTES EN LA FE, en las que, según una venerable tradición, allá, en los albores del cristianismo, uno de los siete Varones Apostólicos, Isicio, Obispo y patrón de Cazorla, implantó la semilla de la fe, y nos trajo ese regalo de Dios que es la imagen de la Virgen de la Fuensanta, reina del olivar y señora de Las Cuatro Villas, a cuya sombra, aquel grano sembrado por este santo varón apostólico, como la mostaza del Evangelio, vino a convertirse en árbol frondoso».
Para después del Gloria, proclamarse las lecturas del domingo, por miembros de la Parroquia y de las Cofradías, y el Evangelio por el párroco de San Andrés.
Homilía
En su homilía, el Obispo, después de saludar a los sacerdotes presentes, a los alcaldes de Villanueva del Arzobispo y Villacarrillo, a las religiosas y a toda la comunidad parroquial, comenzó explicando que para los cristianos es fundamental «la memoria». «Nosotros vivimos de la memoria, de una memoria que vamos acumulando y que va enriqueciendo la fe de la Iglesia, la memoria y la tradición que nos ha permitido llegar hasta aquí». Para continuar diciendo, «ha sido esa fe continuada a lo largo de los siglos la que ha permitido que estemos hoy aquí marcando una etapa en la fe de este pueblo. Porque de algún modo, todos los que estamos aquí estamos hermanados con lo que hemos recibido del Pueblo Santo de Dios que a lo largo de estos veinte siglos ha caminado por estas benditas tierras. Protegidos por la Virgen de la Fuensanta, que ha sido la Madre de todos».
El Prelado jiennense quiso recordar «que nuestra vida sólo tiene sentido si la ponemos ante el misterio del amor de Dios». En referencia a la importante obra, Don Amadeo explicó que admiraba «el templo precioso y majestuoso, pero que sobre todo admiraba las piedras vivas que hacen posible todo esto. Porque sabéis que este santo lugar que es una manera de decir que la Iglesia se ha hecho pueblo, que la Iglesia ha puesto su casa entre las casas de sus hijos e hijas, este precioso templo que se ha convertido en patrimonio y orgullo de Villanueva del Arzobispo tiene sentido solo porque es cobijo del pueblo santo de Dios que está construido con piedras vivas».
En referencia al Evangelio dominical, en el que se proclamaba la parábola de los dos hermanos, el Obispo jiennense explicó que «al final el Señor nos preguntará «¿qué hicisteis?» y no cuándo lo hicisteis y si hemos descubierto qué es lo que el Señor quiere de nosotros nos dará lo que más queremos, que es vivir con Él para siempre eternamente. Por eso, sembremos un mundo bueno: sembremos armonía, sembremos paz y sembremos mucho amor. Seamos como Santa Teresita del Niño Jesús: amor en el corazón de la Iglesia».
Al finalizar la homilía, y tras el rezo del Credo, se realizó la oración de los fieles, con una especial dedicación al Obispo, a la Iglesia y al pueblo de Villanueva del Arzobispo.
Después de la Comunión, y ante la atenta mirada del Obispo diocesano, los Hermanos Mayores de la Cofradía de Nuestra Señora de la Fuensanta entregaron una rama de olivo en plata para agradecer la protección de la Madre de Dios a las tierras y los hombres de las cuatro villas.
También, el Obispo quiso agradecer, en este momento, su dedicación al párroco por su labor al frente de la Parroquia. A los técnicos y los trabajadores y albañiles que habían hecho posible que el templo hubiera sido rehabilitado y acabado con las graves patologías que padecían y a los miembros de la comunidad parroquial por su paciencia y su trabajo para que en este día la Iglesia luciera tan hermosa. Los presentes respondieron con un gran aplauso.
Para concluir, la secretaria del Consejo Parroquial leyó un texto de agradecimiento. «la esperanza es la que crea los sueños, la fe es la que los mantiene y la caridad la que los alimenta, unidos a la Iglesia diocesana de Jaén, tenemos el sueño de llevar el Evangelio a todos, gracias por su gran labor pastoral en la tierra del Santo Rostro. Sabemos que es un hombre lleno de sueños misioneros que están suponiendo una gran esperanza para nuestra Iglesia», finalizó. Y le hicieron entrega al Obispo de una imagen de la virtud teologal de la esperanza, del escultor local Felipe Herreras, que Don Amadeo recibió emocionado.
Con una salve a la Santísima Virgen de la Fuensanta, interpretada por MusicAlma, finalizó esta magna Eucaristía.