Ríos de personas llegan, cada día, hasta las plantas de la «Morenita» en su quinario

Un día más, como cada amanecer desde que La Morenita bajó a Andújar hace ahora cinco días, este jueves 27 de octubre, un buen número de devotos de la Santísima Virgen de la Cabeza no cesaban de acudir a sus plantas en la Parroquia de Santa María al despuntar la mañana.

Al comenzar la jornada escolar, gran número de niños y jóvenes se han acercado con su profesorado para presentar sus plegarias y ofrendas. Uno de los grupos ha participado en la eucaristía que cada mañana se celebra ante la imagen de la Virgen de la Cabeza haciendo una ofrenda floral a la Madre de Dios. Al medio día, como cada día, las Religiosas de vida contemplativa de las Monjas Mínimas y Trinitarias rezaron el Ángelus desde sus respectivos conventos, siendo retransmitido para los presentes en el templo por conexión virtual.

Por la tarde, continuó el río de fieles devotos que deseaban ver de cerca a la Virgen y estar junto a Ella para presentarle sus respetos. Son muchos los que se sienten tocados por la mirada misericordiosa de la Virgen y se acercan al sacramento de la reconciliación al que el Párroco de Santa María y Arcipreste D. Pedro Montesinos está dedicando gran parte de su ministerio pastoral durante estos días. A las 20,00 h., se celebró la eucaristía del cuarto día del quinario en honor de nuestra Patrona con la iglesia abarrotada de devotos acompañados por los miembros de la Cofradía Matriz encabezada por sus Hermanos Mayores. En esta ocasión estuvo presidida por D. Ángel Sánchez Hernández en representación de las parroquias que tiene encomendadas de San Eufrasio, Santiago Apóstol y Las Vegas de Triana, siendo asistido por el diácono permanente D. Andrés Borrego. En la liturgia participaron miembros de las comunidades parroquiales mencionadas, así como el coro de la Parroquia de San Eufrasio y las Hermanas Carmelitas de la Sagrada Familia de acción parroquial.

Al finalizar el quinario con el rezo de la Salve y el canto de la “Morenita y Pequeñita”, se ha invitado a los presentes a participar en un espacio de oración más íntimo dirigido por D. Antonio Morillo Torres. Con la exposición y adoración del Santísimo se han vivido unos momentos de verdadero recogimiento junto a la Madre de Dios con el que los asistentes han sido colmados de bendiciones.       

Andrés Borrego Toledano
Diácono permanente