Restauración del retablo mayor de San Bartolomé de Villarrodigo, uno de los tesoros de nuestro patrimonio diocesano
16 junio de 2017Hace más de seis meses que se inició un importante proyecto de restauración de un retablo de estilo manierista, que podemos sumar al valioso patrimonio que tenemos en nuestra Diócesis de Jaén. Este retablo se encuentra en la población de Villarrodigo, uno de los últimos pueblos de la provincia de Jaén, y que está cerca de los pueblos Bienservida y Villapalacios, que pertenecen a la provincia de Albacete. Un pueblo lejano, para muchos desconocido, pero un pueblo con mucha fe y una religiosidad popular muy arraigada en sus habitantes, un pueblo que conserva el encanto de sus calles, y en el que se alberga un gran templo parroquial y en su interior un tesoro para nuestro patrimonio diocesano, uno de los pocos retablos de finales del siglo XVI que se ha mantenido intacto tras el paso de la guerra.
La Iglesia parroquial está dedicada a San Bartolomé, se comenzó a construir en el siglo XV, es de estilo renacentista y barroco. Es un templo de planta basilical, dividida en tres naves, que confluyen, a través de un gran arco toral en una abultada bóveda de media naranja sobre pechinas ornamentadas con dibujos geométricos que cubre el presbiterio. Destacar de ella, la escalera de caracol labrada en piedra por la que se accede al campanario, de mediados del siglo XVI, la pila bautismal, y la torre campanario rematada con gárgolas y crestería. Pero sin duda es su retablo mayor lo que más llama la atención, una obra datada en 1636, de estilo manierista, y cuya autoría se encuentra actualmente en investigación por nuestro gran amigo e historiador José Domínguez Cubero. Este retablo siendo fiel al estilo manierista, se encuentra conformado por un Calvario y dos tallas de la Inmaculada, y sobre todo pinturas sobre tabla de gran calidad artística, en la que contemplamos diferentes escenas: la anunciación, la huida a Egipto, la adoración de los pastores, la adoración de los reyes, el Padre Eterno, la Última Cena, la Oración en el Huerto, los 4 Evangelistas, San Pedro y San Pablo, San Blas, Santa Catalina de Alejandría o un imponente Santiago Matamoros.
Aunque hasta la fecha se desconocía la autoría de las pinturas, es en el proceso de restauración cuando se ha podido descubrir, en dos localizaciones distintas, la firma con el nombre del autor de las mismas. Se trata de Miguel Bajo, un pintor escultor perteneciente a la localidad de Almedina en Ciudad Real, el cual posee más exponentes de su obra en Castilla la Mancha y Toledo, dato muy coherente, ya que en aquella época, la localidad de Villarrodrigo pertenecía a la Archidiócesis de Toledo.
Un retablo que en sus más de tres siglos se encontraba en un estado de deterioro considerable a nivel pictórico y sobre todo estructural que lo hacía peligrar debido al ataque de xilófagos. Un proyecto ambicioso para una población que apenas llega a los seiscientos habitantes, pero en el que nos hemos tenido que embarcar debido al mal estado de conservación en el que se encuentra. Hasta la fecha la Fundación de la Caja Rural de Jaén nos ha concedido una ayuda para la restauración de cinco de las tablas que componen el retablo. Esperamos poder contar con más ayudas de los diferentes organismos e instituciones locales, así como de parte del Obispado de Jaén. Siendo conscientes de que cuidar nuestro patrimonio diocesano es una labor en la que todos tenemos que colaborar y poner de nuestra parte.
Por el momento seguimos este proceso de restauración que está siendo llevado a cabo por José Luis Ojeda y su equipo de restauración, un proceso laborioso y lento pero en el que ya hemos podido observar en diferentes piezas terminadas su gran belleza, un proceso que culminara en los próximos meses y con el que recuperaremos todo el esplendor de este magnífico retablo.
José Manuel Pancorbo
Administrador Parroquial de San Bartolomé