Peregrinación de dos Parroquias de Andújar a Santa Angela de la Cruz
23 noviembre de 2008 El 15 de noviembre un centenar largo de cristianos procedentes de las parroquias de Santa María la Mayor y San Eufrasio de Andújar peregrinaron hasta Sevilla para venerar a Sor Angela de la Cruz y reflexionar sobre el mundo del dolor, la enfermedad y el sacrificio, poniendo como modelo de aceptación y abrazo a las cruces de la vida y el servicio a los enfermos y a los más desfavorecidos de nuestra sociedad a esta santa tan genuinamente sevillana y querida en toda Andalucía.
Durante el viaje, en los autobuses se proyectaron varios videos sobre la vida y obra de Sor Ángela y varias reflexiones y escritos de la santa que crearon un ambiente de oración y recogimiento propicio en los peregrinos hasta llegar a las puertas del Convento de las Hermanas, junto a la Iglesia de San Juan de la Palma donde Sevilla rinde culto a nuestra Madre y Patrona la Santísima Virgen de la Cabeza, en la sevillanísima y penitente calle de Santa Angela de la Cruz.
Al entrar fuimos acogidos con todo el cariño y la calidez que las Hermanas de la Cruz saben dispensar a toda persona de bien que se acerca a la casa de Madre Angelita y en un ambiente de silencio y reflexión que invitan a la oración por todos los rincones del convento, nos dirigimos a la cripta donde una hermana de la Compañía, paisana nuestra, nos mostró donde reposó el cuerpo de la santa hasta su beatificación.
A continuación, nos dirigimos a la capilla de la Virgen de la Salud donde se encuentra rodeado perpetuamente de flores frescas y una lámpara de aceite el cuerpo incorrupto de Santa Angela en una urna-altar sobre la que celebramos la Eucaristía presidida por nuestros párrocos D. Sebastián Guerrero y D. Pedro Montesinos. Al finalizar la misa las hermanas agasajaron al grupo con recuerdos de la Madre e invitaron a participar en la oración vespertina de la comunidad a los peregrinos que lo desearan en el oratorio.
Después marchamos a la casa natal de Sor Angela en el barrio de la Hiniesta y terminamos la mañana en la Basílica de la Macarena, donde subimos al camarín para orar y besar el manto de Nuestra Señora de la Esperanza, de la que las Hermanitas de la Cruz fueron madrinas de su coronación canónica y a la que a las puerta del convento, en unos instantes inenarrables, en medio de un silencio conmovedor, cantan la salve cuando la Virgen las visita al despuntar el sol la mañana del Viernes Santo.
La comida fraterna la tuvimos en un mesón del Arenal donde disfrutamos y compartimos las vivencias de la jornada de peregrinación. A continuación nos dirigimos a la Catedral Hispalense donde el catedrático Luis Pedro Pérez, que formaba parte de la peregrinación nos explicó con todo detalle las excelencias históricas y artísticas del templo metropolitano y pudimos disfrutar del arte y la belleza que nos ayudan a la oración y nos envuelven para acercarnos y glorificar al Señor. Terminamos la visita en la Capilla Real orando ante el Santísimo Sacramento, venerando al Santo Rey Fernando III que conquistó Andújar y dedicó la mezquita mayor a Santa María y rezando el Ángelus ante la Santísima Virgen de los Reyes, patrona de Sevilla.
Finalizó la peregrinación con una divertida foto de familia de las dos parroquias a la salida de la catedral y con el gozo de haber dedicado un día a la reflexión, a la oración, al arte y a la convivencia parroquial junto a Santa Ángela de la Cruz en medio de la belleza que nos regaló el Señor en el otoño de Sevilla.