Los seminaristas inician el curso con unos ejercicios espirituales
18 septiembre de 2023Y después de unos días de convivencia, toca cargar las pilas. Como cada año, los ejercicios espirituales són la mejor actividad “estratégica” antes del inicio de las clases. Ha sido en la pedanía baezana de La Yedra, en la semana que va del 4 al 10 de septiembre. Nada mejor que un paraje tranquilo y apartado del ajetreo urbano, y es que la casa de espiritualidad de san Juan de Ávila nos brinda ese enclave de recogimiento, una ventana abierta al medio natural de la vecina localidad de Rus. Seguro que nuestros seminaristas han podido enriquecer sus meditaciones y contemplaciones en algún paseo entre tanto tiempo dedicado a la oración.
En esta ocasión, el encargado de dirigir los ejercicios espirituales ha sido don Andrés Ybarra Satrústegui, rector del seminario de Sevilla, y experimentado Director Espiritual, cargo que ejerció dentro del equipo de formadores del Seminario Metropolitano hasta su último nombramiento, hace ahora algo más de un año.
Durante estos días, los seminaristas de la Diócesis han tenido la oportunidad de adentrarse en la metodología de San Ignacio, de la que don Andrés es gran especialista. La espiritualidad ignaciana ofrece una serie de ejercicios de meditaciones y contemplaciones que, realizados de una forma ordenada, tienen el propósito de ayudar al que se ejercita en ellos a descubrir cuál es la voluntad de Dios para su vida y discernir lo que Dios quiere de él. Esta espiritualidad ha sido históricamente vivero y verdadero garante de formación de santos apóstoles.
En lo que se refiere a los 3 nuevos seminaristas que este año comienzan el curso Propedéutico (curso introductorio), estos se incorporaron a La Yedra el jueves día 4, con el fin de realizar sus primeros ejercicios espirituales, en este caso impartidos por el director espiritual del seminario diocesano de Jaén, don Raúl Contreras.
Satisfechos y enardecidos, se disponen ahora nuestros seminaristas a comenzar las clases el lunes día 11, conscientes y convencidos de que los frutos de esta semana de ejercicios espirituales repercutirán en un futuro próximo en el acompañamiento y guía de nuestra Iglesia diocesana.
Comunidad del Seminario