Los migrantes y refugiados en el centro de las preocupaciones de la Iglesia de Jaén

Viene siendo intensa la actividad del Secretariado de Migraciones en torno a la Jornada del Migrante y Refugiado de este año, bajo el lema “Como Jesucristo, obligados a huir”.

Comenzamos el día 22 de septiembre con el “Círculo de silencio” en Jaén capital, el primero presencial tras los meses de confinamiento, precisamente con el título, “Obligadas a huir”, donde recordamos a las personas desplazadas internas de todo el mundo y especialmente a las que transitan dentro de nuestro país. Tuvimos una mirada concreta hacia los temporeros que llegarán a la campaña de la aceituna en los próximos meses, todo dentro de este estado general de pandemia, que dificulta aún más el día a día de las personas migrantes y refugiadas.

Continuamos el día 26 de septiembre, víspera de la Jornada, con la una Vigilia de oración en la Parroquia de la Inmaculada y San Pedro Pascual. El espacio de la lonja de la iglesia fue el lugar elegido. Unas 40 personas pudimos orar juntas ayudados por fragmentos del Mensaje de la Jornada del Papa Francisco, textos bíblicos y cantos en directo a cargo de integrantes del grupo de música religiosa “Hesed” y “Mabelé”, que nos ayudaron a interiorizar e identificarnos con la vida de las personas desplazadas internas, viendo en ellas el rostro de Cristo exiliado.

El día 27 de septiembre nos trasladamos a la localidad de Villargordo, comenzando el día de la Jornada a las 11:00 de la mañana en el salón de actos del Ayuntamiento con una Charla-coloquio sobre “Pandemia y migraciones”. En ella reflexionamos sobre 4 colectivos de personas inmigrantes que se vienen viendo afectadas muy directamente por la crisis de la COVID 19: Las empleadas de hogar, los menores no acompañados y extutelados, las víctimas de trata por explotación sexual y los temporeros agrícolas.

Sobre la realidad de las empleadas de hogar dirigió la palabra Liliana Coronado, natural de Perú, que vive en primera persona las limitaciones y la precariedad laboral que sufre este colectivo, haciendo una comparativa de su experiencia como empleadora en su país de origen y como empleada en nuestro país.

Por parte de los menores migrantes y extutelados contamos con la presencia de Abubacar Aminou, procedente de Camerún, que fue acogido como menor en un centro de Jaén y tras llegar a su mayoría de edad trata de abrirse camino para alcanzar sus sueños de futuro. Enfatizó la necesidad de que se modifiquen las leyes de extranjería que dejan a la intemperie a miles de jóvenes tras su paso por los centros de menores y apeló a la ciudadanía para que sean un apoyo para ellos, ya que no cuentan con una familia cercana en quién sostenerse.

La realidad de las víctimas de trata con fines de explotación sexual fue abordada por Magdalena Lara, coordinadora de la sección de trata en nuestra Diócesis que, mediante testimonios de las víctimas y dinámicas participativas, nos ayudó a comprender que el consumo de “servicios sexuales”, donde España se encuentra a la cabeza de Europa, esconde el drama de la opresión y esclavitud de miles de mujeres.

Carlos Escobedo, responsable del servicio diocesano de atención al temporero, nos mostró las principales dificultades a las que se van a enfrentar las personas migrantes que lleguen a trabajar a la aceituna a nuestra tierra y cuál debería ser una respuesta adecuada de parte de la Administración, de las comunidades cristianas y de la ciudadanía en general.

Por último, Juan Cózar, médico pediatra y miembro del Secretariado de Migraciones, resumió la respuesta de la Iglesia para acompañar a las personas desplazadas desde el Mensaje del Papa Francisco para esta Jornada y su propuesta de las seis parejas de verbos: Conocer para comprender, hacerse prójimo para servir, escuchar para reconciliar, involucrar para promover, compartir para crecer y colaborar para construir.

Finalmente, celebramos la Eucaristía de la Jornada del Migrante y Refugiado en la Parroquia de la Asunción de Ntra. Sra. de Villargordo que, junto con su párroco, D. Germán García, nos acogió calurosamente. La misa fue presidida por Jesús Castro, director del Secretariado de Migraciones, que recogió todo lo vivido durante la semana, recordando la presencia de Cristo en todas las personas desplazadas, siendo la actitud de la acogida un verdadero encuentro con Él. En las ofrendas estuvieron representados los principales colectivos que se han querido hacer visibles en esta campaña para que, puestos en el altar, fuera signo de que compartimos un mismo pan y vino, es decir, un mismo destino como humanidad, una misma lucha por la dignidad de la persona y un mismo mandamiento, el del Amor entregado.

Concluiremos las actividades de este primer trimestre centradas en la Jornada del Migrante y refugiado 2020, “Como Jesucristo, obligados a huir”, con la Exposición de pintura titulada “Migrantes”, a cargo de la artista Liliana Coronada Mendoza, en el Patio del Ayuntamiento de Cazorla, del 7 al 21 de octubre; con la que queremos seguir sensibilizando, en distintos puntos de la Diócesis, sobre la realidad que viven personas llegadas de muchos otros países, las dificultades que atraviesan y las oportunidades de enriquecimiento personal, social y comunitario que se abren.

Secretariado de Migraciones diócesis de Jaén