Los jienenses inician un nuevo y esperanzador año, bajo la intercesión de Santa María, Madre de Dios
1 enero de 2025El Obispo de Jaén, Don Sebastián Chico Martínez, presidía esta mañana, en la Catedral de Jaén, la Eucaristía en la Solemnidad de Santa María, Madre de Dios.
La Santa Misa, en este día de Año Nuevo, en el que también se celebra la Jornada Mundial de la Paz, ha comenzado a las 11.30 horas y ha estado concelebrada por su secretario particular, D. Francisco Javier Cova; los canónigos D. Juan Francisco Ortiz, D. Raúl Contreras y D. Antonio Lara, que ha ejercido como maestro de ceremonias.
Asimismo, han querido participar en la celebración algunos seminaristas y multitud de fieles. La capilla musical ha corrido a cargo del coro Amicitia, de Martos.
Las lecturas han estado participadas, precisamente, por dos miembros del coro y una colaboradora de la Catedral. El Evangelio de San Lucas, lo ha proclamado D. Francisco Javier Cova.
Homilía
Don Sebastián ha comenzado su homilía recordando que en este día “la Iglesia, con sabiduría maternal, nos invita a reflexionar y a orar juntos para dar gracias a Dios por el Nuevo Año que comenzamos, con la esperanza de que sea un tiempo lleno de bendiciones, de paz y de fraternidad para todos”. Y en este sentido ha añadido: “Este 2025 es particularmente significativo, pues celebramos el Jubileo de la Encarnación, bajo el lema “Peregrinos de Esperanza”, que iniciamos el pasado domingo en nuestra Diócesis de Jaén. Que este sea un tiempo de renovación espiritual, de reconciliación y de compromiso con nuestra vocación cristiana, donde somos llamados a abrir nuestro corazón a la misericordia de Dios y a caminar en comunión con todos nuestros hermanos, redescubriendo nuestra fe y nuestra vocación como hijos de Dios, viviendo y testimoniando su amor”.
Además, elPastor diocesano ha subrayado que, en este primer día del año, la Iglesia dirige nuestra mirada hacia Santa María, Madre de Dios, cuyo papel en la historia de la salvación es fundamental. “Al aceptar el mensaje del ángel, María se convirtió en la primera peregrina de esperanza, abriendo su corazón al misterio de la Encarnación. Su “sí” es una llamada a nosotros para confiar plenamente en Dios, especialmente en los momentos de incertidumbre”. Y Don Sebastián ha continuado manifestando que “Ella, como Madre de la Iglesia, como Madre nuestra, nos acompaña en este peregrinaje jubilar. Ella nos enseña a vivir con corazones abiertos a la gracia de Dios, a enfrentar los retos con esperanza y a construir juntos un mundo más justo y fraterno”.
Igualmente, Monseñor Chico Martínez ha querido explicar que en este día, la Iglesia celebra, también, la Jornada Mundial de la Paz, y el Papa Francisco nos ofrece un mensaje profundo bajo el lema: «Perdona nuestras ofensas, concédenos tu paz». “En este contexto jubilar, el Papa nos exhorta a ser artesanos de paz, promoviendo el perdón y la reconciliación en nuestras vidas y comunidades. Nos anima a escuchar el grito de la humanidad amenazada y a responder con gestos concretos de amor y solidaridad, construyendo juntos un mundo donde la paz y la justicia prevalezcan”.
El Pastor diocesano ha concluido pidiendo la intercesión de la Santísima Virgen. “Que María nos inspire a ser verdaderos peregrinos de esperanza, llevando la luz de Cristo a quienes más lo necesitan, empezando por los más próximos”. Y ha añadido: “Que la bendición de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo nos acompañe en cada paso de este camino. ¡Feliz y bendecido Año Nuevo!”.
Las ofrendas, el pan y el vino, han sido portadas hasta el altar por unos niños, acompañados por su madre, que han recibido la bendición de Don Sebastián.
Asimismo, y antes de la bendición final, el Obispo ha querido rezar un Padre Nuestro por el Papa Francisco, ya que uno de los requisitos para lucrarse del jubileo, durante este Año Santo, es, precisamente, orar por el Santo Padre y por sus intenciones.
Finalmente, la Santa Misa de este 1 de enero ha culminado venerando la imagen del Niño Dios.
Ya en la sacristía, Don Sebastián ha podido saludar y departir con los miembros del coro tuccitano y como gesto de gratitud los ha bendecido con el Santo Rostro.
Con esta solemne ceremonia, los jienenses han encomendado el nuevo año a la protección maternal de Santa María, Madre de Dios y madre nuestra, renovando su fe y esperanza, en este tiempo de especial gracia que comenzábamos hace solo unos días.
Galería fotográfica: «Solemnidad de Santa María, Madre de Dios»