Los internos de la prisión y los voluntarios celebran la convivencia anual en el Seminario
2 octubre de 2018El pasado domingo, 23 de septiembre, la Delegación Diocesana de Pastoral Penitenciaria celebró su XXII Convivencia diocesana. A la convocatoria acudieron unas 110 personas entre internos del Centro Penitenciario; familiares de los mismos, antiguos internos con sus familias, voluntarios que semanalmente imparten cursos en el Centro; colaboradores que a lo largo del año organizaron convivencias con reclusos en sus parroquias; cofradías, y otros grupos, además de amigos que nos ayudan, de una forma u otra.
La reunión se comenzó con un rato de oración sobre la invitación que nos hace Jesús resucitado: “Id a Galilea y allí me veréis”. Los mismos prejuicios que en tiempos de Jesús había respecto a los habitantes de Galilea, hoy la sociedad en general los proyecta sobre quienes están en un Centro Penitenciario.
Y no obstante, fue en Galilea donde Jesús desarrollo la mayor parte de su vida pública (milagros y predicaciones), y hoy, igualmente, sigue haciendo el milagro de resucitar a quienes dentro de la cárcel cumplen condena.
Para apoyar esta afirmación se presentaron testimonios de los signos de resurrección que los voluntarios apreciamos entre los internos. Después de la presentación de los grupos asistentes, pasamos a tomar el café y a compartir historias.
La segunda parte de la mañana se inició con el agradecimiento a Luisa Gutiérrez y a su esposo, José Luis por los años que han trabajado en el inicio de las actividades que ahora ofrece Pastoral Penitenciaria al C.P. de Jaén. En este momento se unió el Vicario General de la Diócesis, D. Francisco Juan Martínez Rojas, en representación del Obispo diocesano, ausente en Roma.
La Eucaristía fue el tiempo fuerte para experimentar la presencia de Jesús entre nosotros, que habitamos o visitamos la prisión de Jaén.
Después de la comida reímos y disfrutamos todos, chicos y grandes, con juegos y cantos en el patio interior del Seminario.
Para terminar el día nos pasamos al salón para compartir el recuerdo que nos llevábamos de ese jornada.
Demos gracias a Dios porque su presencia llena la tierra, preferentemente los lugares “descartados”, como lo fue Galilea en tiempos de Jesús, como son las cárceles hoy día. De ello somos testigos los que estuvimos en la XXII Convivencia diocesana de Pastoral Penitenciaria.
Pastoral Penitenciaria