Las Nazarenas celebran una jornada vocacional bajo el lema: “En clave de llamada”
16 mayo de 2016“Porque todos (tú también) somos llamados, y es esencial responder”. Ésta fue la pista para comprender el hilo conductor de la convivencia que se realizó en Nazaret (la casa de las Misioneras Eucarísticas), el pasado 23 de abril.
Durante esta jornada, que resultó tremendamente enriquecedora, algunos jóvenes se atrevieron a reflexionar acerca de lo que significa ser “llamados” por Dios, es decir, abrirse a la realidad de un Amor que nos precede, que nos ha creado, que nos ha llamado a la vida, y que tiene un proyecto para cada uno de nosotros, un proyecto que podemos descubrir y conocer, para vivirlo en plenitud.
Por la mañana profundizamos en las “fuentes de la llamada”, es decir, esas mediaciones que el Señor utiliza en el camino personal de cada uno a través de lo que somos, de lo que nos acontece, de los que viven a nuestro alrededor y son también para nosotros una oportunidad de escuchar la voz de Dios.
Por la tarde, tuvimos una oportunidad única de compartir «de tú a tú» con diferentes personas que han escuchado y han respondido a la vocación que Dios les proponía, desde diferentes estados de vida. En un diálogo personal con cada uno, los jóvenes pudieron plantear sus inquietudes o dudas, confrontar con el camino que cada uno está realizando en el seguimiento de Jesús y enriquecerse con diferentes vivencias.
Pero, en el proceso de reconocimiento de la propia llamada, se trata sobre todo de “ponerse a la escucha”, para familiarizarnos con esa voz que nos habla al corazón. Por eso, en distintos momentos de la jornada, tuvimos espacios de silencio y encuentro con Jesús, presente y vivo en la Eucaristía, donde pudimos dejar resonar el eco de su Palabra: “Mira que estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y me abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él y él conmigo”. (Ap. 3,20)
Como resumen de esta convivencia podríamos decir que: ¡Es un regalo vivir la vida como vocación! Y es urgente y precioso trabajar por una “cultura vocacional”, donde se comprenda y se viva “en clave de llamada”. ¿Qué puedes hacer tú al respecto? Una buena pregunta para seguir pensando.
Misioneras Eucarísticas de Nazaret de Jaén