Las Misioneras Cruzadas realizan la Oración Vocacional del Seminario
19 marzo de 2015
Las hermanas dieron comienzo a la oración vocacional con un canto de entrada para la exposición del Santísimo Sacramento y seguidamente rezamos, a dos coro, un salmo que llevaba por nombre “LLÁMAME PORQUE ES MI HORA”. Tras unos momentos intensos de silencio ante Jesús Eucaristía se proclamó la Palabra del Señor (Mc 3, 13-14). Para la reflexión y contemplación de la Palabra invocamos al Espíritu Santo entonábamos estrofas de cantos vocacionales. Después las hermanas nos presentaron a su fundadora “Madre Nazaria Ignacia” y conocimos su enseñanza. Aprendimos muy bien que los cristianos debemos “bajar a la calle” para tomar a los hombres de las manos, del corazón y haciéndoles mirar al cielo los convenzamos que están hechos para un mundo inmortal. El secreto de “bajar a la calle” es extender una mano a Cristo y al trabajo de los hombres. Posteriormente para la reflexión personal y comunitaria las hermanas nos dirigieron unas preguntas que movían nuestros corazones hacia el actuar. También hubo espacio para hacer una puesta en común, dirigiendo a los presentes nuestros propios sentimientos ante Cristo y ante los demás. Terminábamos la oración con las preces, el padre nuestro y la reserva del Santísimo Sacramento. Finalmente nos dirigíamos con un canto a nuestra madre, María.
Una vez más la comunidad del Seminario agradece a esta comunidad de hermanas misioneras cruzadas de la Iglesia por haber preparado la oración vocacional, gracias porque nos habéis acercado al Señor y nos habéis ayudado a pedir por las vocaciones. Gracias también a todos los que nos acompañan como es de costumbre en todas las oraciones. Entre todos y llevados de la mano con Jesús estamos esperanzados que un día tendremos muchos sacerdotes santos.