Las Familias, protagonistas en la Jornada de la Sagrada Familia y envío de D. Emilio Samaniego como misionero
31 diciembre de 2023La Iglesia celebra hoy, 31 de diciembre, la Jornada de la Sagrada Familia, bajo el lema «Familia, portadora de la Buena Noticia».
Así, esta mañana, a las 11.30 horas, la S. I. Catedral de Jaén acogía la Eucaristía presidida por nuestro Obispo, Don Sebastián Chico Martínez. Asimismo, durante la celebración eucarística, se ha llevado a cabo el rito de envío del sacerdote diocesano y Canónigo de la Catedral, D. Emilio Samaniego Guzmán, como misionero.
Han concelebrado, también, el Deán de la Catedral, D. Francisco Juan Martínez Rojas; el Observador Permanente de la Santa Sede ante la FAO, el FIDA y el PMA, Monseñor D. Fernando Chica Arellano; el Consiliario de la Delegación de Familia y Vida, D. Juan Francisco Ortiz; el Delegado de la Pastoral Penitenciaria, D. Domingo Pérez; el Delegado de Liturgia, D. Antonio Lara; el Ecónomo y vice ecónomo del Cabildo, D. Rogelio Garrido y D. Juan Herrera, respectivamente; el canónigo D. Juan García Carrillo y el secretario particular del Obispo, D. Francisco Javier Cova. También, han querido estar presentes los miembros del equipo de la Delegación diocesana, miembros de otros grupos diocesanos y un importante número de familias, que no han querido perderse esta gran fiesta; así como familiares y amigos de D. Emilio Samaniego.
Las lecturas y la oración de los fieles han estado participadas por los sobrinos de D. Emilio Samaniego.
Tras la segunda lectura D. Emilio Samaniego era presentado ante el Obispo con estas palabras: «Nuestra Iglesia de Jaén, en cumplimiento del mandato del Señor, envía a anunciar el Evangelio y acompaña con sus oraciones al presbítero Emilio Samaniego Guzmán, para que ejerza su ministerio en la Iglesia que peregrina, en Ecuador».
A continuación, el Obispo incensaba el Evangeliario y lo entregaba al enviado, que ha sido el encargado de proclamarlo.
El acompañamiento musical ha corrido a cargo de los miembros del “Face to God”.
Homilía
Monseñor Chico Martínez ha comenzado su predicación saludando a todas las familias.
Don Sebastián, además, haciendo alusión al lema de la Jornada, recordaba la esencia de la familia de Nazaret. “Jesús, el Hijo de Dios hecho hombre, nació y vivió en el seno de una familia humana, real y concreta, con María, su madre, y con José, el esposo de María. Ellos le criaron y educaron con inmenso amor. Por medio de ellos estaba emparentado con otras familias y otras muchas personas”.
Y en este sentido el Pastor diocesano añadió, “Queridos hermanos, la familia es la comunidad más original, profunda y universal de la humanidad. Es crucial para la aparición de cada ser humano. Las familias constituyen el ámbito más adecuado en el que cada persona llega a ser genuinamente humana, puede desarrollarse y donde la mayor parte de la humanidad alcanza la plenitud del amor”.
De igual modo, el Prelado del Santo Reino ha aseverado, “Uno de los objetivos más importantes que tenemos como cristianos es defender la familia verdadera, fundada en el amor fiel y generoso de un matrimonio estable y santo, defender la familia como refugio y garantía de la humanidad del hombre, amenazada por la cultura del individualismo, del egoísmo y de la confusión con otro tipo de relaciones. Hoy damos gracias a Dios por habernos dado la gracia inmensa de nacer y crecer en una familia cristiana, que muchas veces significa tanto como haber podido llegar a nacer y vivir”. Don Sebastián ha aprovechado la Jornada de la Sagrada Familia para pedir por todas las familias de nuestra Diócesis y por las vocaciones dentro del Seno familiar. “A la vez que damos gracias a Dios por el don y la bendición de nuestras familias, pidamos a Dios para que todos, laicos, familias, sacerdotes, equipos prematrimoniales, religiosos y religiosas, movimientos y asociaciones familiaristas, seamos auténticos testigos misioneros que anunciemos el verdadero evangelio de la familia y creemos vínculos, estructuras, redes de pastoral familiar en nuestra Diócesis de Jaén para que apoyados los unos en los otros encontremos la fuerza y el aliento para vivir verdaderamente a imagen de la familia de Nazaret y ser verdaderos anunciadores de la buena noticia”.
Antes de concluir la homilía, el Obispo ha agradecido el gesto de comunión con la Iglesia universal de D. Emilio Samaniego, a la vez que lo ha animado en la nueva tarea que emprende como misionero, recordándole que cuenta con la oración de la Diócesis para el desempeño de su misión en Ecuador: “Recuerda que no vas como maestro, sino como servidor, en el nombre del Señor Jesús, y desde ahí a compartir la vida, tu fe, tu ministerio sacerdotal. Y recuerda que las tres cualidades que debes reunir como misionero es la pasión por Jesucristo, estar enamorado de Él y el deseo de anunciarlo hasta el último rincón. Ofrece lo mejor de ti mismo, pues así hallarás el gozo de Cristo. Disfruta de la alegría que surge de la misión de evangelizar, la que se da y se recibe, y no te canses en esta tarea. Disfruta de tu ser sacerdotes, cuídalo y protégelo. Muestra a tiempo y a destiempo tu fe, la que te mantiene en pie y te empuja a salir de la comodidad de tu tierra, con tus obras, tu presencia y, sobre todo, con la cercanía y la alegría que te caracteriza”.
Asimismo, durante la celebración ha habido varios momentos especialmente emotivos, como la renovación que han hecho los miembros de la familia del compromiso como familia cristiana o la bendición del Obispo sobre los esposos.
Además, han rezado, todos juntos, la oración por la familia.
Rito de envío
Antes de la bendición final, D. Emilio Samaniego se ha postrado ante el Obispo de rodillas para recibir la bendición de envío. Posteriormente, se ha bendecido, también la cruz que le ha presentado, que finalmente le ha entregado diciendo: “Recibe este signo del amor de Cristo y de nuestra fe; predica a Cristo, y éste crucificado, fuerza de Dios y sabiduría de Dios”.
De esta manera, D. Emilio ha quedado enviado a la misión en el Vicariato Apostólico de Esmeraldas (Ecuador), lugar donde había sido enviado con anterioridad, el 4 de julio 2008, y donde permaneció hasta 3 agosto del 2010.
Por su parte, D. Emilio Samaniego ha querido manifestar públicamente su agradecimiento por la tarea que la Iglesia de Jaén le encomienda, y a la que acude con entusiasmo por seguir anunciando la Buena Noticia del Señor. Se ha encomendado a la Virgen de la Capilla, patrona de Jaén, y ha pedido a todos los presentes que recen por los frutos de su misión.
La celebración culminaba con la bendición apostólica del Obispo y con el Niño Jesús en brazos ha salido hasta la plaza de Santa María para que los jiennenses veneraran al Mesías, mientras, en tono de júbilo se han cantado villancicos.