La Virgen del Carmen bendice las aguas del Tranco
22 julio de 2024La pequeña población del Tranco acogió, este sábado, una celebración en honor a la Virgen del Carmen, su patrona, presidida por el Obispo de Jaén, Monseñor Chico Martínez.
La celebración eucarística, anterior a la procesión, reunió en la recoleta Iglesia a numerosos vecinos, así como autoridades, políticas y militares, entre los que se encontraban el alcalde, Mario Navarro; el delegado del Gobierno, Jesús Estrella; la delegada de Medio Ambiente, María José Lara; el delegado de Economía, Hacienda, Fondos Europeos y de Industria, Energía y Minas en Jaén, Javier Calvente, así como concejales del Ayuntamiento de la localidad de Hornos, ubicada en el corazón de la Sierra de Segura.
La Misa vespertina estuvo armonizada por la Asociación de Coros y Danzas El Yelmo, de Cortijos Nuevos y concelebrada por el párroco, D. Victoriano Martínez y el secretario particular del Prelado, D. Francisco Javier Cova.
En su homilía, el Obispo, Don Sebastián, comenzó haciendo referencia al Evangelio proclamado, correspondiente al domingo XVI del tiempo ordinario. “Un buen pastor es el que sabe conducir a “buenos pastos” y “aguas limpias”. Es decir, el que defiende a las ovejas del mal, de la corrupción, de la mentira y de la muerte; el que dedica su tiempo y su persona a los que están bajo su responsabilidad, especialmente a los más débiles; el que tiene buen corazón y siente compasión de los más necesitados, sin ninguna pretensión de aprovecharse ante su debilidad; el que no se busca a sí mismo, sino el bien de todos; el que encuentra tiempo para Dios, y para sus hermanos los hombres; el que se deja pastorear, guiar y enseñar, por el Dios de la vida, el Pastor Eterno”. Para, después, seguir haciendo referencia a la advocación carmelitana que los reunía.
“Este amor y compasión de Jesús, que hemos escuchado en las lecturas, se reflejan perfectamente en la figura de Nuestra Señora del Carmen. María, como madre amorosa, no solo acompaña a su Hijo en su misión salvadora, sino que también nos acompaña a nosotros, sus hijos, en nuestro caminar de fe. La devoción a la Virgen del Carmen nos recuerda su constante intercesión y su protección maternal. Ella quiere para nosotros, como su Hijo Jesús, la vida, quiere guiarnos a buenos pastos, donde podamos alimentarnos y reposar; no quiere que nos perdamos y que muramos, sino que lleguemos a la meta de nuestro camino, que es precisamente la plenitud de la vida, estar con su Hijo, estar en Dios, vivir en Dios y sabernos en Él”, expresó el Prelado del Santo Reino.
Antes de concluir sus palabras, pidió la protección y el amparo de la Stella Maris para esta localidad y la de cuantos fieles se acojan a su intercesión: “En medio de tantos hombres y mujeres que tienen dificultades para creer, la mediación de María, en su advocación del Carmen, nos consigue de Dios: fortalecimiento de la fe y felicidad para vivir de acuerdo con ella; y al mismo tiempo que aumenta el propósito de ser apóstoles que anunciamos con nuestra vida y con nuestra palabra el mensaje del Evangelio. Hoy, mientras celebramos a nuestra Madre del Carmen, pidámosle que nos ayude a ser buenos discípulos de su Hijo, a vivir con compasión y amor hacia los demás, y a confiar plenamente en la providencia divina, sabiendo que ella, como buena madre, siempre está dispuesta a interceder por nosotros”, concluyó Don Sebastián.
A continuación, con la Virgen del Carmen sobre unas andas, fue conducida en procesión hasta el pantano del Tranco. Allí, montada en el barco solar, bendijo las aguas de este hermoso enclave. Antes de concluir, el Obispo pidió que se rezara una salve por los fieles difuntos a la que es defensora de las almas del Purgatorio.