La Pastoral Universitaria de Jaén participa, en Granada, en un retiro de Adviento
19 diciembre de 2024La Pastoral Universitaria de Jaén, encabezada por su Delegado, D. Juan Pedro Moya Haro y una veintena de universitarios participaron, el pasado fin de semana, en el retiro de Adviento junto a las pastorales de Almería y Granada en la ciudad de la Alhambra.
Bajo el lema “La esperanza no defrauda” se dieron cita en el convento de las Mercedarias, en pleno Albaicín, para vivir y disfrutar de una mañana de retiro espiritual como preparación para el adviento en la víspera del domingo de Gaudete, domingo de la Alegría.
Durante el retiro, los cerca de 50 jóvenes universitarios congregados escucharon atentos la meditación de D. Israel, delegado de la pastoral de Granada, que habló sobre las prisas de Dios y la urgencia de convertirnos día a día, especialmente en este tiempo de Adviento.
Una mañana de desierto personal, adoración, canto, desahogo, oración, verdad y fraternidad, donde, una vez más, se demuestra que el Señor toca cada uno de nuestros corazones jóvenes dejando huella, y que es el mejor lugar donde descansar, confiar, sostenerte y donde coger fuerzas cuando flaqueas.
Espacio donde los jóvenes pudimos renovarnos por dentro, hacer un parón en nuestras vidas muchas veces necesario entre tantas prisas, agobios y obligaciones diarias, y sobre todo disponer la mirada y nuestro corazón en ÉL, en el centro de nuestra vida.
La comida compartida en el patio del convento dio paso a un callejear por las calles de Granada para ver el Campo de los Mártires, coincidiendo con el día del Santo de San Juan de la Cruz, maestro de teología y místico español, que como bien dice: “Nuestra mayor necesidad es estar en silencio ante este gran Dios con el apetito y con la lengua, porque el único lenguaje que Él escucha es el lenguaje silencioso del amor”. Ya en tarde, el paseo en grupo para disfrutar de la decoración navideña que alumbraba las calles de la ciudad y la Eucaristía en la Casa Madre de las Misioneras del Santísimo Sacramento y María Inmaculada, pusieron el broche de oro a esta iniciativa sinodal.
Diócesis de Almería