La Parroquia del Salvador de Alcalá peregrina a Écija
7 febrero de 2009
El día 1 de febrero la Parroquia del Salvador de Alcalá la Real organizó una peregrinación a Écija con motivo del año jubilar paulino, ya que según una tradición ininterrumpida afirma que san Pablo predicó en Astigi (Écija), al parecer en la sinagoga judía de la ciudad.
Los miembros que integraban la peregrinación eran feligreses de la Parroquia del Salvador y de la Parroquia de Santa Ana, y a la cabeza de la peregrinación iba el párroco del Salvador D. Andrés Nájera Ceacero. A pesar del día de lluvia fueron bellos momentos de convivencia y de compartir la fe con la ayuda de san Pablo, el apóstol de los gentiles, el misionero incansable.
La peregrinación comenzó en el ayuntamiento donde la guía nos recibió y condujo hacia nuestra primera visita, la iglesia de San Juan cuyo altar preside la imagen de Jesús Nazareno y de la que hay que destacar su capilla del Santísimo. De allí, nos trasladamos por las calles de Écija hasta llegar a los Palacios de Peñaflor y Valdehermoso. Nos dirigimos a la Parroquia de Santa María dedicada a la Asunción. Hay que resaltar que en esta parroquia se encuentra la imagen de San Pablo venerada como patrón de la ciudad. También pudimos ver la biblioteca de la parroquia, donde se conserva el fondo de la biblioteca de los jesuitas, y un busto de Germánico, padre de la patria alemana de la cual sólo hay dos en el mundo, una en el Museo del Louvre en París y la otra en Écija. De allí nos fuimos al Palacio de Benameji-Museo histórico donde cabría destacar una escultura romana de mujer del siglo II/III d. C., varios mosaicos de gran importancia y una tumba romana. Tras el paso por el Museo histórico nos trasladamos a la Parroquia de Santiago de estilo gótico con influencia mudéjar. En esta iglesia destaca el retablo barroco, segundo en importancia en la diócesis de Sevilla tras el de la Catedral. Tras esta visita hicimos un pequeño descanso para comer. Después retomamos la peregrinación visitando la Parroquia de la Santa Cruz en la que visitamos el museo, que conservaba la Custodia que procesiona en el Corpus, algunos cuadros importantes, crucifijos de gran valor, orfebrería y ornamentos. Hay que destacar también el altar, un sarcófago paleocristiano. Finalizamos nuestra peregrinación con la Eucaristía en la Parroquia de la Santa Cruz, parroquia mayor de Écija, y que gozaba de indulgencia plenaria por celebrar el año jubilar paulino.