La localidad de Las Infantas cuenta con un nuevo templo

     El pasado viernes, 20 de abril, D. Ramón del Hoyo López, Obispo de Jaén, presidió la solemne Eucaristía de la dedicación del nuevo templo del barrio jienense de Las Infantas. La ceremonia estuvo concelebrada, además, por el Sr. Vicario General, el Sr. Ecónomo Diocesano, el Administrador Parroquial de las Infantas y varios sacerdotes diocesanos.  Asimismo, asistieron las autoridades municipales, diversos miembros de Caja Rural, representantes del Consejo Pastoral Arciprestal de Bailén – Mengíbar y los feligreses de la localidad que han colaborado e impulsado la nueva obra del templo parroquial.
     Con dicha  Eucaristía se inauguraba este templo parroquial tras poco más de un año de obras. Un proyecto elaborado por los arquitectos Sr. Don Laureano Matas Trenas y Dña. Leticia Leos Becerra y cuya construcción la ha llevado a cabo la Empresa Omarpe S.L., con sede en Villargordo, representada por su gerente D. Juan Martínez.

     “Hemos contemplado la construcción de nave única, a fin de simplificar el proceso constructivo, recordando a la antigua iglesia, que correspondía a esta tipología. En este templo hemos querido expresar  gran sencillez de formas y líneas rectas, especialmente en su interior.  El resultado, una iglesia con un lenguaje actual, dinámico y moderno. Sabíamos de la importancia que tenían los elementos que caracterizaban la anterior iglesia y los hemos incorporado: la campana, el reloj, las vidrieras  y obviamente, las imágenes y el mobiliario. Respecto al proyecto, en la dirección de obra, hemos introducido dos cambios esenciales: el coro, encima de la entrada, anhelo de los infanteños y lo que nosotros llamamos muro-campanario, que ha sido horadado, con el fin de conseguir permeabilidad al viento y el paso de la luz al vestíbulo lateral. Sin embargo entendemos que lo importante no es el edificio en sí, sino lo que ocurre en él: aquí recibiremos a nuevos cristianos, escucharemos  la Palabra del Señor todos los domingos, veremos a nuestros hijos recibir su primera comunión, celebraremos muchos matrimonios y también tendremos que despedir seres queridos.  Gran parte de nuestras más intensas emociones como cristianos, ocurrirán aquí” explicaban los arquitectos.
     Durante su homilía el Señor Obispo manifestó su satisfacción y quiso agradecer el esfuerzo de cuantos han trabajado en el proyecto. Asimismo, hizo hincapié en la necesidad de la construcción de este nuevo templo.
     “Hoy es una fecha muy importante en la historia de esta comunidad cristiana de Las Infantas. Me habían informado sobre el estado ruinoso de su Templo anterior y puede comprobarlo personalmente con ocasión de mi Visita Pastoral en noviembre de 2008. Recuerdo muy bien que, al final de la Santa Misa de aquella Visita me dijo una persona, seguramente hoy presente entre nosotros: «En la situación en que se encuentra la Iglesia y las demás dependencias, no podemos enviar a nuestros hijos a la catequesis». La verdad es que aquellas palabras exigían una respuesta y comenzó un recorrido que culmina hoy con esta hermosa ceremonia de la dedicación al Señor de este nuevo Templo y dependencias para la Pastoral”.
     “Pedimos para que esta Comunidad de Las Infantas, desde este nuevo Templo, se consolide y crezca junto a Cristo, y entre sí. Que sus fieles sean esas piedras vivas que sostienen y edifican el templo vivo y espiritual que es la Parroquia, desde su misión en la oración, en la caridad y evangelización de las nuevas generaciones de cristianos. Pedimos que sean una comunidad viva, emprendedora, organizada, en la que todos cuenten y aporten iniciativas, sumen esfuerzos y caminen al unísono conducidos por el Buen Pastor. Finalmente, pedimos a Dios también su fuerza y su luz para la santificación personal de todos los que nos hemos reunido en este acontecimiento. Pensemos que la fuerza y luz del Resucitado penetra en nuestro interior si confiamos en El. Su presencia es la que nos anima en nuestros caminos. Nuestras cruces se iluminan a su lado. Su cercanía da fuerza a nuestros pasos. Así se lo encomendamos al Sagrado Corazón, titular de la Parroquia y a la Santísima Virgen María, nuestra madre del cielo. Que así sea”, culminaba D. Ramón del Hoyo.
     Tras la emotiva ceremonia de Dedicación, una vez reservado el Santísimo Sacramento en el Sagrario, tras un caluroso aplauso, D. Antonio Garrido Colomina hizo público su agradecimiento a la Diócesis de Jaén, representada por el Sr. Obispo, al barrio de las Infantas y a cuantos han colaborado para hacer realidad  este proyecto. “Aprovecho esta oportunidad para alabar y agradecer en nombre del pueblo el esfuerzo que ha hecho la Diócesis para proveer al barrio de Las Infantas de este espléndido templo parroquial.  Alabar la generosidad de cuantos económicamente están ayudando y han hecho posible que nuestra parroquia pueda colaborar en la construcción de este templo, que hoy hemos consagrado al culto divino; de cuantos no han tenido pereza alguna para trabajar en la consecución de los objetivos que nos hemos propuesto para hacer alguna recaudación. Gracias a los grupos vecinos y amigos, (de Villargordo, Mengíbar y Jaén) que con arte han puesto su grano de trigo; a su generosidad tendremos que recurrir alguna que otra vez más; tenemos que seguir trabajando para verla terminada con todas sus dependencias, tan necesarias éstas para el funcionamiento de una auténtica comunidad  parroquial”.
     “Todos debemos, cada día, fomentar el amor y cariño a nuestra parroquia, que no es el templo, sino la comunidad de creyentes convocados por Jesucristo en su «Espíritu y Verdad» (Jn 4,24). Sin embargo,  todos debemos cuidar y honrar este templo: signo visible de la presencia de Dios en medio de su pueblo. Y así, Jesucristo tiene su casa en medio del pueblo cristiano: para que podamos venir a verlo y dialogar con Él siempre que sea necesario. Es útil, es necesario, debemos respetar el templo, quererlo, porque es la casa de Jesucristo, porque Él vive y se queda aquí permanentemente de día y de noche, para siempre que lo necesitemos y, sobre todo para estar cerca de nosotros. Es de justicia que Las Infantas tengan su templo parroquial, y es de derecho que sepamos acudir a este lugar diciendo: ¡Qué alegría cuando me dijeron: vamos a la casa del Señor! (Sal 122). La venida a la casa del Señor sea para nosotros la gran puerta, la entrada en la casa definitiva, que es la del Padre celestial”, finalizaba D. Antonio.
     Después de la bendición en el atrio de la Iglesia, el Sr. Obispo descubrió la placa conmemorativa del acto.

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