La Iglesia de Jaén celebra, con alegría, la ordenación de tres presbíteros diocesanos

Daban las doce del mediodía cuando el Obispo de Jaén, Don Amadeo Rodríguez Magro, crismaba las manos de los tres nuevos sacerdotes, el último de los ritos de ordenación, que daba comienzo en la Catedral a las 11 de la mañana.

El repique de las campanas anunciaba la alegría de la Iglesia diocesana con la ordenación, esta mañana, de tres nuevos presbíteros. Los hasta hoy diáconos, Cándido García, de la parroquia de la Natividad de Ntra. Sra. de Villanueva de la Reina; Jesús María Almagro, de la parroquia de San Juan Bautista de Arbuniel; y José Navarrete, de la parroquia de San Pedro Apóstol de Sabiote, recibían el Sacramento del Orden Sacerdotal.

Este Sacramento no se administra en la Iglesia de Jaén desde el año 2014, y es para el Obispo, Don Amadeo, la primera vez, desde el inicio de su episcopado en esta tierra, que ordena presbíteros en el Santo Reino.

La celebración, presidida por el Obispo de Jaén, Don Amadeo Rodríguez Magro, comenzaba a las 11 de la mañana en la S. I. Catedral de Jaén, acompañado del Obispo emérito, su antecesor, Don Ramón del Hoyo López y del emérito de Cádiz-Ceuta, el jiennense, Don Antonio Ceballos. Junto a los tres Prelados casi un centenar de sacerdotes entre los que se encontraban el Vicario General y Deán de la Catedral; los Vicarios Episcopales, el Rector  y los formadores del Seminario Mayor Diocesano, así como por numerosos canónigos de la Santa Iglesia Catedral.

Junto a los diáconos,  han asistido  multitud de familiares y amigos que quisieron acompañar a los jóvenes en su entrega al servicio de Cristo y de la Iglesia.

Las lecturas, elegidas para la celebración eucarística por el propio Obispo, han sido leídas por familiares de los tres diáconos; el Salmo lo ha cantado uno de los seminaristas y el Evangelio de “El Buen Pastor” de San Juan, lo ha proclamado el diácono permanente, D. Andrés Borrego.

Homilía
Don Amadeo ha querido comenzar sus palabras indicando que los tres nuevos sacerdotes ya habían sido elegidos por Dios desde siempre, por lo que les ha dicho: “No tengáis miedo, el Señor está con vosotros”; para añadir que “Tras esta consagración sacramental todo en vosotros será ya para siempre servicio desde el corazón de Dios. Seréis pastores según su corazón. Cuidad mucho de que vuestro servicio ministerial nunca pierda la dirección de Dios, que siempre apunta al corazón del hombre”.

En la homilía, el Obispo de Jaén ha querido insistir en que el ministerio que los nuevos presbíteros iban a recibir los hacía de Dios y para Dios, en vida y en entrega, y lo expresa con estas palabras: “No lo olvidéis, sólo en el horizonte de Dios se sirve de verdad al hombre. Por eso, apuntalad vuestra vida en Dios, conscientes de que Él es la única riqueza que las personas desean encontrar en un sacerdote. A la gente le da lo mismo si somos más altos o más bajos, más listos o más torpes, más guapos o más feos; lo que la gente quiere de nosotros es que seamos hombres de Dios”.

Durante sus palabras, dedicadas de una manera especial a los tres jóvenes, Don Amadeo les ha exhortado a que tengan “un profundo arraigo en la Iglesia”, a la vez que hagan de la Eucaristía el centro de sus vidas y que “sean sacerdotes con corazón y mentalidad misionera”.

Antes de encomendarlos a la Virgen, les ha alentado para que su sacerdocio tenga un toque social “Pondréis el corazón y la acción en todos los problemas humanos y sociales que detectéis allí donde ejerzáis el ministerio. Estoy convencido de que os dolerá el menosprecio a la vida en cualquiera de sus manifestaciones, desde el aborto a la eutanasia, pasando por todas las formas de menosprecio de la vida. Y sé que os herirá profundamente la corrupción de la mentalidad social, sobre todo cuando se muestra ambiciosa, egoísta y excluyente; y no pactéis nunca, sobre todo con el silencio, con cuanto daña y pone en juego la dignidad de la persona, como suele suceder cuando falta el trabajo decente, cuando hay violencia sobre los más débiles”.

 Rito de ordenación
Al concluir el Obispo sus palabras, se ha llevado a cabo el rito propio de la ordenación, que ha comenzado con las promesas de los elegidos. A continuación, el Obispo y junto a él, el resto de los concelebrantes y pueblo de Dios se ha arrodillado, los tres diáconos se han postrado en el suelo, mientras el grupo musical litúrgico EscuchArte ha cantado la letanías, con las que se han encomendado al Señor y a los santos.

A continuación, Cándido, Jesús María y José se han arrodillado ante el Obispo quien les ha impuesto las manos: el gesto esencial de la ordenación, ya que es a través de él como el Orden es conferido. Cuando el Obispo ha terminado la imposición de manos, todos los sacerdotes, casi un centenar, que concelebraban han hecho el mismo gesto. Después, sus párrocos los han vestido con la estola y casulla y el Obispo ha ungido, con el santo crisma, que fue bendecido en la Misa Crismal del Martes Santo, las manos a los tres nuevos sacerdotes.

Las ofrendas las han llevado hasta el presbiterio los familiares de los nuevos ordenados. Con ellos, la patena y el cáliz, que el Obispo ha entregado a cada uno de ellos como gesto del sacrificio de Cristo, que a partir de ahora podrán conmemorar. Finalmente, el Prelado y los sacerdotes abrazaron a los tres nuevos presbíteros.

La Eucaristía culminaba con la lectura de la bendición Papal por el  Rector del Seminario y una foto de familia.

Primeras misas
El domingo, 1 de julio, a las 12 de la mañana en la Iglesia de la Natividad de Nuestra Señora, de Villanueva de la Reina, presidirá su primera Eucaristía, Cándido García.

El 1 de julio, a las 20:30 de la tarde, la celebrará José Navarrete, en la Parroquia de San Pedro Apóstol de Sabiote.

Finalmente, Jesús Almagro celebrará su primera Eucaristía el 2 de julio a las 20 horas, en la Parroquia de La Encarnación de Cambil.

Galería Fotográfica: «Ordenación sacerdotal 30 junio 2018»