La HOAC y la Pastoral del Trabajo recuerdan a los obreros fallecidos en accidente laboral en el Día de los Difuntos
2 noviembre de 2022La HOAC y la Delegación Episcopal para la Pastoral del Trabajo tendrán presentes en sus oraciones y en las eucaristías en las que participen a los obreros que han perdido su vida en el desempeño de su trabajo, habiendo acompañado a familiares y amigos en esos duros momentos.
La muerte en accidente laboral es una tragedia humana porque el trabajo es para la vida. Una tragedia que pocas veces es reconocida, que se vive al interior de las familias. Detrás de cada trabajador o trabajadora está su familia, sus amigos, sus compañeros y compañeras
Queremos recordar a nuestra Iglesia y a la sociedad jienense este problema invisibilizado que no cuenta. No son números, son personas.
Javier Jiménez murió de un golpe en la cabeza, al volcar la carretilla elevadora que conducía; Antonio Luis Ruano, fallecido en un accidente in itinere; Roberto Molleja, murió manipulando unas pacas en un secadero de forrajes, quedando sepultado; Victoriano Hernández, murió cuando transportaba en su camión botellas de agua; Luis Gento murió cuando al volcar el tractor con cuba que conducía; Francisco Zamora, falleció mientras realizaba tareas de pintura; Mario Jiménez falleció al ser arrollado en la carretera mientras realizaba tareas de asfaltado, Miguel Godoy, falleció en el mismo accidente que Mario( 6 de ellos fallecidos durante los últimos 3 meses) y extrabajadores de la fábrica de Uranio de Andújar fallecidos por su contacto con el uranio, sin haberle reconocido aun la enfermedad profesional.
Hemos de proteger la vida de las personas trabajadoras. La precarización de sus vidas laborales hace que muchos acepten asumir riesgos, hacer esfuerzos y soportar ritmos y condiciones de trabajo que dañan su salud. Muchas veces, y en demasiadas ocasiones, les cuesta la misma vida. Trabajar con seguridad permite a todos expresar lo mejor de sí mismos mientras se ganan el pan de cada día. Subrayamos lo que nos dice el Papa Francisco: En el centro de toda cuestión, también la laboral, hay que colocar siempre a la persona y su dignidad. ¡Con el trabajo no se juega! (Roma, 3 de septiembre de 2014).
Hemos de sumar esfuerzos para acompañar y sostener a las víctimas para que puedan ser protagonistas de su propia vida y de su lucha. Esto pasa por hacer que la siniestralidad sea un problema social y político y pasa por conseguir que los precarizados tomen conciencia de lo que les pasa, por qué les pasa y actúen exigiendo el cambio de las relaciones laborales, la aplicación de las medidas de prevención más adecuadas y exijan la implicación de las organizaciones sociales y políticas en la eliminación de esta lacra social que es la falta de salud y muerte en el trabajo.
Estamos con el Papa Francisco cuando afirma con rotundidad en su exhortación “La alegría del Evangelio”: «Es atentado a la vida la muerte en el trabajo porque no se respeten las mínimas condiciones de seguridad.» Hacer que el trabajo humano sea para la vida es un reto y una exigencia que tenemos los cristianos. No nos olvidemos de que el verdadero valor del trabajo está en la persona que lo realiza y no en la rentabilidad. Dios quiere que el trabajo sea para la vida, ¡el trabajo es para la vida: ni un muerto más! “Que los obreros muertos en el campo de honor del trabajo y de la lucha descansen en paz”
HOAC- Jaén y Pastoral del Trabajo