La HOAC de Jaén celebra una Eucaristía en Recuerdo De Rovirosa
5 marzo de 2020Militantes de la HOAC, simpatizantes, amigos y familiares y la comunidad parroquial de la Iglesia de San Juan Bosco hemos recordado en una Eucaristía concelebrada por el consiliario de la HOAC, Pepe González y Tomás Rivas, antiguo militante y consiliario diocesano de la HOAC, la figura del primer militante y promotor de la HOAC, Guillermo Rovirosa, que falleció el 27 de febrero de 1964. Ha sido una Eucaristía en el marco de la cuaresma en la que se ha dado a conocer su trayectoria y espiritualidad militante, obrera y cristiana desde que la Iglesia le encomendó la puesta en marcha de la Hermandad Obrera de Acción Católica. Celebramos el 56 aniversario de su muerte.
El consiliario durante la homilía nos recordó que la vida y obra de Rovirosa sigue siendo hoy luz que ilumina el compromiso de los y las militantes de la HOAC de Jaén para construir una vida plena y digna para todas y todos en la que el centro y la referencia sea la persona y en especial el mundo obrero empobrecido, deseando que nos conceda el don de experimentar el paso de Dios por nuestra vida y, que él y la celebración nos lance, con gozo agradecido, a vivir con su misma coherencia el evangelio del amor y la justicia; a vivir en una Iglesia pobre y de los pobres, obrera y del mundo obrero, la Iglesia del Obrero de Nazaret. Dos realidades, la del mundo obrero y la de los pobres, hoy, muy unidas con la creciente precarización del trabajo, de los trabajadores pobres, haciéndose la pobreza, aún más, obrera.
Pepe insistió en estas palabras de Rovirosa: amar no es más que producir “comunión”, compartir, compadecerse y anteponer las necesidades del que se ama a las propias necesidades. Él lo llamó encarnación y el llevó así un estilo de vida obrero con los obreros, pobre con los pobres. Una encarnación que lo lleva al apostolado, escuchando el grito de los obreros pobres, de las víctimas de la cultura del descarte y del derroche.
La vida de Rovirosa ha sido para la Iglesia un verdadero “milagro”, que 56 años después de su muerte nos sigue deslumbrando y el consiliario afirmó, sin miedo a equivocarnos, que en Rovirosa Dios ha visitado al mundo obrero.
«Guillermo es el apóstol de los obreros. Científico de prestigio, renunció a todo, se puso su mono azul de obrero, se hizo uno de tantos y compartió su vida con los obreros para descubrirles y mostrarles la insuperable dignidad de ser obrero, tan insuperable que fue la condición que eligió para vivir el Hijo de Dios hecho hombre, el divino Obrero de Nazaret como él lo llamaba», nos interpelaba el consiliario en su homilía.
Hoy, la dignidad de ser obrero está siendo pisoteada por el desempleo, la precariedad, los contratos basura, los horarios interminables, la ruptura de los tiempos de trabajo y descanso… Todo supeditado al mercado. Lo importante es que el mercado funcione, aunque los pobres del mundo mueran de hambre; aunque genere pobreza y exclusión; aunque nuestros jóvenes no encuentren trabajo ni puedan formar una familia; aunque no podamos ser padres, madres, hijos ni abuelos porque el mercado lo impide… Lo importante es el mercado, no la persona.», recordó González en varios momentos de la Eucaristía.
Rovirosa adquirió tras su conversión, una convicción inquebrantable: en Cristo está la salvación del mundo obrero. Pero un Cristo «tal como es, sin pretender perfeccionarle», sin enmendarle la plana, sin «querer modificar a Jesús para que la cosa salga mejor». Y junto a esta, descubrimos una segunda convicción de la que nunca se volvió atrás: Rovirosa amó y confió verdaderamente en los obreros, en quienes veía presente a Jesús Obrero. Rovirosa fue la voz de la Iglesia y de los empobrecidos del mundo obrero. Dios nunca abandona a su pueblo. Por medio de Rovirosa el evangelio de Jesús resonó con voz obrera, y el mundo obrero escuchó, en su mismo lenguaje, como dirigido a ellos, el eterno evangelio de Jesús, que tantas veces se le había secuestrado, concluyó el consiliario.
Hermandad Obrera de Acción Católica
HOAC Jaén