La diócesis se une a la celebración del Día del Migrante
23 diciembre de 2013 El pasado 18 de diciembre, Día Internacional del Migrantes, se celebraba el Círculo de Silencio en la puerta del albergue municipal de Jaén.
Así, los miembros del Secretariado de Migraciones, del Proyecto Rajab, de Cáritas, de la HOAC de la Pastoral Obrera y numerosos inmigrantes se reunían bajo el lema «Ser migrante es un derecho; la hospitalidad, un deber».
A las 19h, bajo la luz de las velas, comenzaba la oración. Tras la monición, el canto y el salmo del inmigrante, varias personas quisieron aportar su testimonio y sus impresiones: unos desde su papel de inmigrante, otros desde su papel de persona comprometida.
Posteriormente, se leía un manifiesto a favor de las personas migrantes. En él se pronunciaban en contra de la injusticia e indiferencia de las numerosas muertes de los inmigrantes. “Diferentes colectivos africanos, americanos y europeos, pertenecientes a diferentes confesiones religiosas y movimientos sociales, nos pronunciamos en contra de la injusticia e indiferencia que provoca tantas muertes en el Mediterráneo y en el desierto del Sahel. Son debidas no solo a la hambruna y a la persecución política, sino también, y principalmente, al inhumano blindaje de fronteras y los acuerdos entre la UE y los países de tránsito. Acuerdos que representan una rebaja en la protección de los Derechos Humanos que resulta inadmisible y culpable. Ser migrante es un derecho; la hospitalidad, un deber”
Igualmente hacían públicas sus reivindicaciones, entre ellas, exigían a la UE que “aborde eficazmente las causas que obligan a migrar y acabe definitivamente con las mafias que trafican con las personas. Exigimos un trato humano para con los y las migrantes sin perjuicio de su raza o situación administrativa, y medidas de reasentamiento que pongan a Europa en el mapa de la acogida solidaria y del respeto de los Derechos Humanos”.
“Nos comprometemos a seguir acogiendo a las personas migrantes en nuestras organizaciones y hogares, independientemente de sus circunstancias, y a seguir denunciando la legislación europea y estatal contrarias a la dignidad de las personas.
Nos comprometemos a seguir defendiendo una Europa de asilo y solidaria, fiel a sus mejores tradiciones humanistas y religiosas y a las convenciones internacionales. La negación de nuestros textos fundamentales solo nos conduce a la barbarie y al desprecio de los derechos inalienables que asisten a todo ser humano, en particular el derecho a la vida”, finalizaba el manifiesto.
Asimismo, durante la oración se hicieron vigentes diversos signos en recuerdo de las personas que han fallecidos durante su intento de acceder a Europa en busca de una vida mejor.
El Círculo de Silencio de este mes de diciembre culminaba con un emotivo cántico.
“Fue un acto silencioso, profundo, acogiendo en la Palabra el grito de nuestros Hermanos inmigrantes, que en esta Campaña de la Aceituna han fallecido, uno en Villanueva del Arzobispo y otro en Mogón. Tuvimos presente a todos los dejan su vida en el intento de una vida mejor. Además, pedimos para que entre todos hagamos de esta sociedad, de este Mundo, la Familia de los Hijos de Dios. Los creyentes en Dios tenemos mucho que hacer en este camino.”, explica Anunciación Esteve, directora del Secretariado de Migración de la diócesis.