La Diocesis celebra el encuentro navideño con el Sr. Obispo
22 diciembre de 2011 El pasado día 23 de diciembre tuvo lugar la tradicional felicitación navideña presidida por el Sr. Obispo, D. Ramón del Hoyo.
A las 12.30 de la mañana comenzaba la liturgia de la Palabra en la Capilla Mayor del Seminario Diocesano.
Este año, Dª María del Carmen Navas, de la parroquia de Santa María de Torredonjimeno, era la encargada de felicitar al Sr. Obispo en nombre de toda la Diócesis. “Quiero felicitarle la navidad desde la auténtica alegría cristiana de recibir a Cristo que está a punto de llegar a nosotros. Una alegría que poco o nada tiene que ver con la efímera felicidad que nos ofrece el mundo con sus fiestas y regalos. Este gozo nace del encuentro con el Señor, de conocerle, de tratarle, de amarle. Para este acogimiento de Cristo en nuestras vidas ha sido esencial el itinerario de formación cristiana en el que tengo la suerte de participar en sus dos vertientes: como itinerante del primer grupo, en el que recibo formación, y como acompañante del grupo tercero a los que trato de estimular en el seguimiento del Señor que hacemos juntos”.
Navas subrayó, además, la importancia de trasformar el mundo desde la luz del Evangelio y presentar a Cristo. “Con estos grupos, que son ya bastantes numerosos y que se extienden por toda nuestra Diócesis, los seglares estamos empeñados en transformar el mundo desde la luz del Evangelio y que nuestras vidas se asemejen cada día más a la de los primeros cristianos. Es cierto que nuestra lucha, problemas y dificultades son como los de cualquier otra persona. No somos ajenos a nada. Pero ya no nos da miedo presentar la luz de Cristo en cualquier ambiente, puesto que somos confortados con su gracia, su amor y su presencia”.
“Por último quiero pedir a Dios que nace nos mantenga a todos unidos en un auténtica fraternidad cristiana y que nos dé fuerza y perseverancia para continuar con las tareas que cada uno de nosotros tienen encomendadas dentro de la Iglesia y del mundo. Y a usted, Señor Obispo, quiero desearle toda la felicidad”, finalizaba.
Por su parte, el Sr. Obispo, quiso agradecer la felicitación e insistir en la importancia de la tarea de los laicos. “Gracias a tantísimos catequistas, movimientos, asociaciones, cofradías… son muchísimos los laicos, que están junto con sus pastores, llevando el Evangelio, sobre todo a las nuevas generaciones: a los niños, a los adolescentes y a los jóvenes”.
D. Ramón del Hoyo hizo, además, hincapié en la necesidad de comunicar la alegría del nacimiento de Jesús y unir esfuerzos para construir un mundo mejor. “Cada vez que los Cristianos, conducidos por la liturgia de la Iglesia, nos preparamos para recordar el nacimiento de nuestro Salvador, sentimos de una forma u otra, según las distintas edades y circunstancias, una sensación de alegría que quisiéramos comunicar a los demás, sobre todo a los que están pasando por circunstancias difíciles. Todo esto lo vivimos desde la fe en las celebraciones litúrgicas y otros actos donde festejamos este trascendental acontecimiento de la Encarnación y del nacimiento del Niño Dios. Estas son nuestras fiestas y este es el motivo de nuestra alegría. Afianzamos nuestra esperanza en la vida desde esta fe bien arraigada. Esta esperanza debe despertar también en nuestras vidas un impulso para comunicar a los demás y vivir con los demás esta verdad. Unir también nuestros esfuerzos para construir un mundo mejor”.
Asimismo, D. Ramón destacó uno de los objetivos fundamentales de la Nueva Evangelización. “El objetivo primero de la Nueva Evangelización, en la que estamos todos embarcados, es presentar a otros hermanos nuestros, indiferentes o no creyentes, esa alegría que trae el Niño Dios envuelto en pañales y acostado en un pesebre. Más humildad no cabe. Y tendremos que preguntarnos cómo hacerlo, cómo estamos haciéndolo, ante quiénes, dónde… son respuestas que debiéramos dar cada uno de nosotros cuando estas navidades miremos una y otra vez a ese Niño Dios, nos acerquemos a la Eucaristía y adoremos. Al sentir ese amor de Dios debemos pensar que ese Niño se encarna por todos. Que la navidad es para todos los hombres, crean o no crean, conozcan o no conozcan la Buena Noticia. Y al vivirla nosotros la están viviendo también los demás, de alguna manera”.
Igualmente, el Sr. Obispo qusio expresar sus mejores deseos para esta Navidad.
Tras la celebración hubo una pequeña convivencia y una comida fraternal con la curia diocesana.