La Delegación de Cofradías celebra su tradicional encuentro diocesano
25 noviembre de 2014 El Seminario Diocesano acogía el pasado domingo, 23 de noviembre, Solemnidad de Cristo Rey, el XXVI Encuentro Diocesano de Cofradías y Hermandades.
La jornada comenzaba a las 9.30 de la mañana con la acogida. A las 10.30 horas, en la Capilla Mayor, se celebraba la Eucaristía presidida por el Sr. Obispo, D. Ramón del Hoyo López.
“Es el Señor quien nos convoca a este encuentro y es de agradecer la presencia de tan numeroso grupo de cristianos asociados en Cofradías, Hermandades y grupos parroquiales de toda la geografía diocesana. Que sea también el Señor quien nos bendiga y enriquezca en este día para poder ser portadores de sus mensajes a tantos hermanos cofrades que, desde situaciones personales diferentes, quieren vivir su vocación de cristianos, en torno a su devoción a Cristo, en sus misterios, a la Santísima Virgen o los santos de su devoción como expresión de su piedad”, afirmaba durante su homilía.
Asimismo, insistía en que “los que hemos recibido el don maravilloso de la fe, nuestro mayor tesoro, el don de encontrarnos muchas veces con el Señor Resucitado, como en esta mañana, de escuchar sus palabras y alimentarnos con la Eucaristía, su presencia, sentimos también en nuestro interior, si esto es cierto, de anunciarlo a los demás. La iglesia existe para comunicar estas Buenas noticias y vivir esta gran verdad y novedad desde nuestra libertad. Os invito con esta ocasión y en esta Fiesta a fortalecer nuestra fe en Jesucristo y a ponernos en sus manos para ser testigos de su luz y su verdad”.
Posteriormente, en el salón de actos, D. Juan Francisco Ortiz, Delegado de Cofradías y Hermandades, quiso dar la bienvenida y hacer hincapié en el contexto en el que se celebraba dicho encuentro. “Este año nos encontramos en un contexto muy particular marcado por tres motivos especiales. Uno, la Exhortación del Papa Evangelii Gaudium que nos introduce en una etapa importante de renovación eclesial y, por tanto, también de renovación cofrades. Otro, el nuevo Plan de Pastoral de la diócesis, en la línea de esa llamada que nos hace el Papa en la Evangelii Gaudium, «La Alegría que renace de Jesucristo». Y otro, el Año Santo con motivo del V Centenario del Nacimiento de Santa Teresa de Jesús. Estas tres circunstancias nos invitan a una interesante etapa de renovación eclesial, en la que las Cofradías son una parte importantísima, precisamente porque ellas son parte muy importante de la religiosidad popular”.
Durante su exhortación Monseñor del Hoyo recodaba que “el Santo Padre insiste y espera de la piedad popular una respuesta generosa y comprometida en la nueva etapa evangelizadora, a la que convoca a todos los discípulos de Jesús. Nos propone como punto de partida y de llegada, en todo el recorrido, dejarnos encontrar con Dios. En Él radica la fuente de la acción evangelizadora porque Dios siempre tiende a comunicarse por quien le acoge. Sólo el egoísta y de corazón cómodo, que vive únicamente para él, al no dejar espacio para nadie, tampoco necesita de Dios. Éste nunca podrá gozar de la dulce alegría de un Dios que nos quiere, nos espera y acompaña cada día”.
“En nombre del Señor, les envío para ser sus alegres testigos y de su Evangelio en todos los rincones de esta Iglesia diocesana. No hace falta hacer milagros; los milagros los hace Él. Por eso les decía en mis palabras de aprobación del Plan diocesano de Pastoral «que como pueblo que camina unido bajo la fuerza del Espíritu, entreguemos a Jesucristo los cinco panes y los dos peces, de nuestra pequeñez”. Él se encargará “de volver a repetir el milagro de la multiplicación (cf. Jn. 6, 9) para saciar a tantos hermanos nuestros que buscan a Dios»”, continuaba.
Por su parte, D. Francisco Rosales, Vicario de Pastoral, presentaba, brevemente, el Plan Diocesano de Pastoral para los próximos dos cursos.
Rosales incidía, así, en las diversas partes del Plan Pastoral. La primera, constituida por la presentación y aprobación del Sr. Obispo. La segunda, por la justificación o introducción general. Y la tercera, que consta de tres capítulos: una Iglesia renovada, una iglesia en permanente misión o salida y la piedad popular. Asimismo, tiene un epílogo y cuatro anexos importes sobre las características del nuevo Catecismo; el acompañamiento a las familias en el despertar religioso de sus hijos de 0 a 6 años; los actos en honor de Santa Teresa V Centenario de su nacimiento; y las actitudes del evangelizador según el Papa Francisco.