La comunidad de San José y su realidad social centró la tercera semana de la Visita Pastoral en Linares
18 marzo de 2024La Visita Pastoral de nuestro obispo, Don Sebastián Chico Martínez, a la parroquia de San José en Linares, se iniciaba el día 29 de febrero con la visita al Hospital de San Agustín, Mundo Acoge, el Proyecto Mujer y Madre, el encuentro con las Hermanas de la Consolación y sus voluntarios, finalizando con la celebración de la Eucaristía en su capilla.
Continuaba el pasado 14 de marzo. Las campanas que repicaban anunciaban la llegada de Don Sebastián al templo, fue acogido por un gran número de fieles de la parroquia a los que bendijo; una vez dentro del templo, don Sebastián se detuvo ante el Sagrario para orar, se dirigió a la sede, saludó a los asistentes y se le presentó las visitas y actividades que se iban a realizar a lo largo del día.
La primera visita fue al Centro de día ocupacional “Luis Caro” de APROMSI y al Centro ocupacional “El Piélago”. Allí fue recibido por las directoras de ambos centros y por doña Mª del Rosario Jódar concejala-delegada de Infancia, Familia y Discapacidad-Educación. Mantuvo un encuentro muy emotivo con los usuarios del centro que lo acogieron con mucha alegría y cariño, también pudo conocer todas las actividades formativas que se desarrolla en sus instalaciones. Nuestro obispo agradeció la acogida recibida por todos.
Seguidamente, se trasladó Escuela Politécnica Superior de Linares siendo recibido por el Rector de la Universidad de Jaén, D. Nicolás Ruiz y por el Director de la Politécnica, D. Manuel Valverde. Le mostraron los departamentos de Química, Física y Analítica, el departamento de Ingeniería Química Ambiental y el departamento de Mecánica y Minera.
Posteriormente, se trasladó a las Escuelas Profesionales de la “Sagrada Familia” SA.FA., reuniéndose con el equipo directivo y el equipo de pastoral, después mantuvo un encuentro con un grupo de alumnos de bachillerato a los animó a que se preguntaran por el rumbo de sus vidas y fueran capaces de hacerlo también desde la fe.
Tras el descanso para comer, don Sebastián visitó a algunos enfermos de la parroquia. Impartió el sacramento de la Confirmación a una joven enferma, y le animó a que se dejara amar por Dios.
De regreso a la Parroquia fue recibido por los niños y niñas de catequesis junto a sus padres (que abarrotaban el templo) y las catequistas. Una niña dio la bienvenida a nuestro obispo, después una chica y un chico hicieron una oración y todos entonaron un canto. Don Sebastián dirigió unas palabras a todos los asistentes destacando el amor que Dios nos tiene y que no lo olvidaran nunca. En este encuentro pudimos experimentar la alegría de sentirnos amados por Dios; un grupo de niñas y niños manifestaron la alegría de recibir la Comunión y el sacramento de la Confirmación.
Tras este encuentro se reunió con los agentes de pastoral de la parroquia a los que invitó a que manifestaran sus preocupaciones, dificultades, anhelos… Después habló sobre el protagonismo de los laicos en la Iglesia y en las parroquias en concreto, animándolos en su tarea, dándole las gracias por su colaboración e invitándoles a que no echaran en saco roto la gracia y el don recibido para el anuncio del Evangelio. Nos pidió que trabajáramos por la unidad en la Iglesia de Linares, que camináramos juntos todas las parroquias del arciprestazgo.
Posteriormente se reunió con los Consejos de Pastoral y Económico que informaron sobre el trabajo realizado siguiendo el Plan de Pastoral de la Diócesis el curso pasado y las metas y objetivos propuestos. El equipo de Primer Anuncio le explicó las acciones llevadas a cabo; también se le informó de la Pastoral Familiar, Cáritas, Oración… Don Sebastián nos animó a que impulsáramos el grupo de visitadores de enfermos como pilar fundamental de la caridad y de la evangelización. Dio también orientaciones sobre la pastoral con adolescentes y jóvenes.
A continuación, se celebró la Misa estacional con la participación de un gran número de fieles. En su homilía don Sebastián, conectando con el Evangelio del día, dijo que como el testimonio del Padre lo daba Cristo con su vida, de la misma manera nuestro testimonio del Señor es por nuestra vida, no es por nuestros conocimientos, no por saber mucho o querer más al Señor, sino por nuestra vida que, configurada con Cristo, lo anuncia y testimonia ante los demás. Nos habló de posibilidades, oportunidades, retos… donde había o podíamos ver dificultades, porque en este tiempo tan oscuro y falto de valores, el pobre testimonio que demos se convierte en una gran luz que disipa la oscuridad (una cerilla no es nada, pero alumbra una habitación a oscuras…) Nos animó a que siguiéramos siendo una parroquia de puertas abiertas, acogedora, evangelizadora, “en salida”, en busca de las 99 ovejas perdidas en la otra orilla.
Para finalizar, se ofreció un pequeño refrigerio a nuestro obispo y a todos los asistentes.
Comunidad parroquial de San José de Linares