Jaén presente en el XIII Encuentro Internacional de los Equipos de Nuestra Señora
24 julio de 2024La pasada semana, del 15 al 21 de julio, varios matrimonios de la provincia pertenecientes al movimiento de espiritualidad conyugal de Equipos de Nuestra Señora, acompañados por nuestro consiliario del sector, D. Juan Francisco Ortiz, hemos podido participar en el XIII Encuentro Internacional en la ciudad de Turín (Italia), encuentro que tiene lugar cada 6 años desde 1976.
En estos días nos hemos reunido 8000 personas de todos los continentes, muchos junto a sus consiliarios (400 consiliarios en total). A pesar de las diferencias en lengua y cultura nos hemos sentido unidos por nuestra fe en Jesucristo y por el carisma específico del movimiento de espiritualidad conyugal al que pertenecemos.
Ha sido un encuentro espiritual marcado por la oración y la reflexión diaria y profunda sobre el Evangelio del encuentro de los discípulos en Emaús con Jesús resucitado quien hace arder su corazón tras la explicación de las escrituras y la bendición del pan en la mesa, que marca el envío de estos discípulos; esta reflexión diaria ha sido guiada por Marina Marcolini escritora y profesora universitaria especialista en Sagrada Escritura y poesía religiosa.
La reflexión sobre le Eucaristía como fuente de nuestra misión ha sido el tema central, a la que nos han acompañado con sus palabras en las diferentes conferencias el cardenal D. José Tolentino de Mendoça, la hermana Nathalie Bécquart secretaria del sínodo de los obispos y Gabriella Gambino, subsecretaria del Dicasterio para los laicos, la familia y la vida, entre otros.
Ha sido un encuentro con el testimonio de matrimonios que viven realidades políticas y sociales de gran complejidad y que encuentran fortaleza dejándose en manos de Dios, con la confianza que proporciona la perseverancia en la fe a pesar de las dificultades. Un encuentro con realidades cotidianas de matrimonios cristianos que intentan construir su familia sobre un camino “a tres”, Dios junto a los esposos, porque solo el amor divino complementa y trasciende el amor humano.
Lo hemos vivido como un regalo, una oportunidad para sentir la gran familia de los hijos de Dios; para que el Espíritu Santo nos llene de esperanza y fortaleza para continuar perseverando en nuestra misión como signo de Amor de Dios en el mundo.
Bárbara Rodríguez
ENS Jaén