Inicio del curso pastoral de la Delegación de Familia y Vida
17 septiembre de 2014 El pasado jueves 11 comenzamos un nuevo curso pastoral especialmente ilusionante con la con la mirada puesta en la próxima celebración del Sínodo Extraordinario sobre la Familia que tendrá lugar, Dios mediante, del 5 al 19 de octubre con el lema “Los desafíos pastorales sobre la familia en el contexto de la evangelización”. Un evento largamente preparado por el Vaticano, incluyendo su preparación mediante una amplia encuesta desarrollada en casi todas las diócesis de la Iglesia Católica.
Asimismo tenemos en el horizonte el VIII Encuentro Mundial de Familias, que se celebrará en la diócesis de Filadelfia, del 22 al 27 de septiembre 2015, poco antes de la celebración del sínodo ordinario sobre la familia. Además de las Jornadas y Encuentros que celebramos anualmente en nuestra Diócesis.
Por todo ello ya nos hemos puesto «manos a la obra» y os iremos informando puntualmente a través de esta página web y del Blog de la Delegación de Familia y Vida que actualizamos semanalmente con noticias, reflexiones y documentos que nos parecen de interés.
Para iniciar con buen pie este curso hemos colgado la Homilía que el Papa Francisco nos regalo en la fiesta de la Exaltación de la Cruz el pasado domingo, en la que se celebró el rito del matrimonio de varias parejas, pero lo verdaderamente importante, y que no ha salido en los medios, es el mensaje que nos dejo. Y del que os destacamos algunos párrafos;
«… nos hace pensar también en las familias, nuestras familias, en camino por los derroteros de la vida, por las vicisitudes de cada día… Es incalculable la fuerza, la carga de humanidad que hay en una familia: la ayuda mutua, la educación de los hijos, las relaciones que maduran a medida que crecen las personas, las alegrías y las dificultades compartidas… En efecto, las familias son el primer lugar en que nos formamos como personas y, al mismo tiempo, son los “adobes” para la construcción de la sociedad».
» El amor de Jesús, que ha bendecido y consagrado la unión de los esposos, es capaz de mantener su amor y de renovarlo cuando humanamente se pierde, se hiere, se agota. El amor de Cristo puede devolver a los esposos la alegría de caminar juntos… Es un viaje comprometido, a veces difícil, a veces complicado, pero así es la vida… No faltarán las cruces, no faltarán. Pero el Señor estará allí para ayudaros a avanzar…»
Os invitamos a visitar nuestro Blog y a que la podáis disfrutar entera.
Un saludo a todos.
Equipo de la Delegación de Familia y Vida de la diócesis