Fallece el sacerdote diocesano, D. José Luis Cejudo
1 junio de 2024Esta mañana, vísperas del Corpus Christi, ha partido hacia la Casa del Padre el sacerdote, D. José Luis Cejudo Moreno, a los 82 años de edad.
Vinculado desde hace más de 30 años a la Pastoral Penitenciaria, que impulsó en la década de los 90, dedicó sus últimos años al acompañamiento y compromiso con los presos. Su labor infatigable, lo ha llevado a recibir numerosos galardones por su trabajo con las personas privadas de libertad.
La celebración de exequias, presidida por el Obispo de Jaén, tendrá lugar mañana domingo, 2 de junio, en la Capilla Mayor del Seminario, a las 16:30 horas.
D. José Luis Cejudo nació en Martos en 1941. Fue ordenado como sacerdote en el año 1966 por el entonces Obispo, Don Félix Romero Mengíbar.
Sus primeros destinos pastorales fueron en Bélmez de la Moraleda, Solera, El Centenillo y La Carolina. Entre los años 1967 y 1970 fue formador y prefecto bibliotecario en el Seminario Mayor de Jaén. Después pasó unos años en las parroquias de San Bartolomé de Torredelcampo y la Santa Cruz de Linares, ministerio que compaginó con el de profesor de Religión en distintos Institutos de Torredelcampo y Linares.
Entre los años 1983 y 1989, D. José Luis Cejudo ejerció su ministerio sacerdotal en la Sierra, en localidades como Casicas del Río Segura, Miller, La Matea, Pontones o Santiago de la Espada. Después fue enviado como párroco a Mancha Real, labor que conjugó con la docencia en el IES de la localidad. En los años 1995 y 2007 estuvo al frente de la parroquia de Santa María Magdalena de la Capital y es en ese momento cuando comienza a poner en marcha la atención pastoral en la cárcel a través de la que más tarde se consolidaría como Delegación de Pastoral Penitenciaria. Miembro del Consejo del Presbiterio y Consejo de Consultores, hasta el año 2000 fue también profesor de Religión en el IES Santa Catalina de Jaén durante casi dos décadas.
Su predilección por los descartados, los pobres y los excluidos llevó a D. José Luis a una entrega vital como Delegado de Pastoral Penitenciaria, cargo que desempeñó hasta julio del pasado 2023. Una labor en la que sembró mucho bien entre los privados de libertad, tanto en su estancia en la prisión como en su acompañamiento después de cumplir las penas. Se vinculaba con todos los internos, conocía a sus familias y llevaba el Evangelio entre rejas, consolidando una pastoral que siempre sintió como propia y en la que veía el rostro de Cristo sufriente en cada uno de los internos.
En sus últimos años estuvo adscrito a su parroquia, San Miguel, donde hasta hace pocas fechas celebró la Santa Misa. Descanse en Paz. Dios le pague con creces su amor a la Iglesia y para con los últimos del mundo.