Eucaristía con motivo de la Jornada Mundial de las Migraciones
19 enero de 2011 El pasado 15 de enero se celebraba, en la parroquia de San Juan Bosco de Jaén, una Eucaristía con motivo de la Jornada Mundial de las Migraciones.
Dicha Eucaristía, que comenzaba pasadas las 7 y media de la tarde, estuvo presidida por Jesús Castro, director del Secretariado Episcopal de Migraciones. Asimismo, participaron personas inmigrantes residentes principalmente de la capital jiennense, así como multitud de fieles comprometidos con la causa. “Lo más importante es que estamos sentados personas muy diferentes, muy distintas. Creo, además, que estamos sentados porque Dios, a todos los que estamos aquí, seamos cristianos, musulmanes, judíos o de cualquier otra religión, nos llama a ser familia. No hay ninguna escritura que nazca de Dios y de su palabra que no diga que la persona que tenemos al lado es un hermano o una hermana”, expresaba Castro durante la celebración.
El encuentro destacó por su ambiente festivo, a la vez que denunciaba la situación injusta que viven las personas inmigrantes. Con momentos muy emotivos y llenos de simbología de todas las culturas y utilizando distintos idiomas, la celebración brindó la oportunidad de compartir como hermanos y de sentirse una gran familia unida. Precisamente a lo largo de toda la Eucaristía con los cantos, con las palabras de las personas inmigrantes, con los pensamientos y deseos expresados y con las ofrendas y las peticiones, se vivió esa gran fraternidad. “Los más importantes en esta celebración son las personas que decimos que son inmigrantes. Hoy queremos tener una mirada y una atención especial hacia ellos para que todos nos sintamos como un ‘nosotros’. Tenemos que hacer puentes y eso significa que somos todos iguales, hijos de un mismo Padre. Que esta celebración nos anime a derribar muros y construir puentes”.
Tras la Eucaristía, tuvo lugar un aperitivo fraternal en el que los asistentes pudieron seguir compartiendo y degustando comidas típicas de todos los países.
Jornada de las Migraciones
La Jornada Mundial del Emigrante y Refugiado se celebraba en toda la Iglesia bajo el lema de ‘Una sola familia humana’, el pasado 16 de enero. “El objetivo primordial es concienciar, en primer lugar, a las comunidades cristianas de que la inmigración no es un problema de un sector de la Iglesia o de los expertos, es una llamada a todos los cristianos y que puedan sentir cómo Dios nos llega en esas personas. Y desde esa realidad cristiana, hay que concienciar a toda la sociedad de que la inmigración no es un problema, sino que es una oportunidad de encuentros entre los pueblos”, explicaba el Director del Secretariado Episcopal de Migraciones.
La Jornada de las Migraciones pretende, por tanto, acercar la problemática de la inmigración a la sociedad. Que todos seamos conscientes de que somos hermanos a pesar de la cultura, de la raza o del idioma que hablamos. Todos, unidos, amándonos y respetándonos como miembros de una sola familia.