Emotiva eucaristía de despedida a Don Ramón del Hoyo, Obispo de Jaén
23 mayo de 2016La Santa Iglesia Catedral de Jaén congregó a más de mil personas, feligreses de Jaén y su provincia, que, con una Eucaristía de Acción de Gracias, quisieron mostrar su afecto a Don Ramón del Hoyo López, Obispo de Jaén desde 2005. Fueron numerosas la autoridades, civiles y militares que quisieron estar presentes en esta misa de despedida del Pastor Diocesano, mostrando así su respeto y cariño, además familiares de Don Ramón que no quisieron perderse este momento tan entrañable y emotivo.
La Santa Misa, en la que participaron alrededor de cien sacerdotes diocesanos, y que contó con la presencia del Arzobispo de Granada, Don Francisco Javier Martínez Fernández; el Obispo de Guadix, Don Ginés García Beltrán y el Obispo emérito de Cádiz y Ceuta, Don Antonio Ceballos, se inició con las palabras, que a modo de monición, leyó el Vicario General y Deán de la Catedral Francisco Juan Martínez Rojas. Embriagado por la emoción, y con la voz quebrada, Martínez Rojas afirmó, “Usted deja mucho más (…). Iniciativas, estructuras pastorales, nuevos templos, palabras y gestos conocidos unos, y otros desconocidos, ocultos, que sólo Dios y pocos conocen, y por eso, evangélicamente, mucho más valiosos, son buena prueba de lo que digo. Creo que puede marcharse no con un adiós definitivo, sino con un hasta pronto, o hasta luego, con la certeza de haber trabajado mucho y bien para que la Iglesia en Jaén sea más hermosa en santidad, sea más fiel a su Señor, y así haga más presente el Reino de Dios en esta bendita tierra”.
Ya, durante su homilía, Don Ramón del Hoyo, quiso expresar su agradecimiento a los fieles diocesanos, y lo hizo con estas palabras: “Estoy verdaderamente sorprendido y hasta emocionado por tanta generosidad inmerecida, en este acto y en otros recientes, con ocasión de mi despedida. Sólo deseo dar gracias a Dios, por haber alcanzado esta meta, después del recorrido de mis últimos veinte años como Obispo. (…) Llegué hasta aquí “en el nombre del Señor”, y me voy también a su lado, junto a Él, cumplida la misión que la Iglesia puso en mis pobres manos”.
El Administrador Apostólico dedicó también unas palabras a la labor llevada a cabo a lo largo de estos once años en los que ha estado al frente de la Diócesis jiennense. Y lo hizo con palabras llenas de ternura, en las que resaltaba que su episcopado lo ha guiado su amor a Cristo y ha estado marcado por su dedicación a la feligresía diocesana: “Puedo asegurarles que he querido a todos, que he rezado por todos, y que seguiré haciéndolo. He intentado manifestar, cuanto he pedido en mi vida y ministerio episcopal, la paternidad de Dios, su bondad, misericordia, solicitud, dulzura y autoridad moral “en nombre de Cristo”, que vino a dar su vida por nosotros y hacer una sola familia. Si he logrado algo, sólo Él lo sabe, pero mi intento ha sido sincero y constante. No me ha importado menguar para que Él creciera, ni me importa pedir perdón por mis limitaciones y lagunas en este recorrido, como es propio de todos los humanos.
He tenido la oportunidad de hacerme presente en todas y cada una de las parroquias de la Diócesis, en no pocas bastantes veces, aunque fueran muy pequeñas. Nunca podré agradecer bastante su cercanía. He podido comprobar, con gozo, las profundas raíces cristianas que caracterizan a tantos y tantos hombres y mujeres de estas tierras, además de la hondura de otras muchas virtudes humanas y cristianas, que afloran y se captan de inmediato, en sus buenas gentes”.
En la acción de gracias, una representación de las distintas delegaciones tuvieron la oportunidad de leer unas palabras de agradecimiento a la labor pastoral de Don Ramón del Hoyo. Leyó una joven, como representante de los Kairós; un recluso, que representaba a la Pastoral Penitenciaria, y la Delegada del Apostolado Seglar. Palabras que emocionaron al Obispo y también a los fieles congregados.
Tras la celebración de la Eucaristía, el Obispo de Jaén recibió el cariño de muchísimos fieles que se acercaron hasta el presbiterio para despedirse de él.
La Escolanía quiso participar con sus voces también en esta misa de despedida.