El Obispo se reúne con las religiosas contemplativas en la víspera de la Jornada Pro Orantibus
27 mayo de 2024Con el lema «Contemplando tu rostro, aprendemos a decir: “¡Hágase tu voluntad!”», la Iglesia celebraba ayer, en la solemnidad de la Santísima Trinidad, la Jornada Pro Orantibus, dedicada a la vida contemplativa.
En la víspera, el sábado 25 de mayo, el Obispo, Don Sebastián Chico Martínez, convocaba a las religiosas contemplativas. Así, por tercer año consecutivo, más de 40 religiosas, de 16 de los 19 monasterios de vida contemplativa de la Diócesis de Jaén, se reunían, en la Casa de la Iglesia, en un encuentro fraterno.
La jornada daba comienzo a las 11.30 horas con la Santa Misa en la Capilla Mayor. La celebración estuvo presidida por Don Sebastián y concelebrada por el Delegado y Subdelegado de Vida Contemplativa, Don Manuel Alfonso Pérez y D. Juan Antonio Marín; y por el secretario del Obispo, D. Francisco Javier Cova.
Tanto las lecturas, como la oración de los fieles fueron participadas por las religiosas contemplativas. El Evangelio fue proclamado por D. Manuel Alfonso Pérez. Y el acompañamiento musical corrió a cargo de las Clarisas de San Antonio de Baeza.
Homilía
Monseñor Chico Martínez, comenzó su homilía recordando que como viene siendo habitual en torno a la Santísima Trinidad, Jornada Por Orantibus, “hacemos un alto en nuestro caminar. Nos convoca el Señor, por lo que es un día de encuentro, de diálogo sereno con Dios y con los hermanos; de compartir y de agradecer los dones y la vida; de manifestar nuestra fraternidad y amistad y el signo de esperanza que vuestra vida es para nuestra Iglesia y para nuestro mundo”.
Asimismo, haciendo alusión, al año de la oración, como preparación al Año Jubilar 2025, subrayó que “para vosotras, como para cualquier cristiano, la oración debería impregnar todas las circunstancias de vuestra vida, ayudándoos a estar unidas a Cristo en los momentos del día, especialmente en los de alegría, los de dolor y los de la enfermedad”.
Del mismo modo, el Pastor diocesano quisoinvitarlas en esa jornada, a avivar ese primer amor. “Un día, por vuestra profesión religiosa, fuisteis consagradas de una manera muy singular al Señor. Dicha profesión antes de nada fue un acontecimiento personal”. “Además, es un acto cristológico. Pues, os ofrecéis con Cristo ofrecido, os consagráis inundadas en la humanidad de Cristo, también consagrada por el Espíritu Santo, por la obediencia hasta la muerte, por el triunfo de la vida y la gloria de la resurrección”. “Pero, también, vuestra vida contemplativa es un acto teologal, un esfuerzo espiritual para acercarse hasta Dios”.
Don Sebastián les pidió, además, que sean de Dios,con Cristo y en la Iglesia, “para ayuda, luz y consuelo de todos los hermanos y amigos peregrinos. Este es vuestro ideal. Este ha sido el camino y la fórmula de vida de tantas religiosas y religiosos que han preparado el corazón para el encuentro con el Señor en la vida monástica o contemplativa”.
Encuentro
Posteriormente, en el salón de reuniones, el Delegado, D. Manuel Alfonso Pérez Galán, quiso comenzar hablando a las religiosas del Jubileo 2025, Jubileo de Esperanza y del año de la oración, en el que nos encontramos inmersos.
Así, el Delegado quiso destacar que “en esa vida escondida, en que se conjugan contemplación y obediencia, define la singularidad vocacional de los que rezan. El lema escogido para la Jornada de este año 2024 lo recoge exactamente así: «Contemplando tu rostro, aprendemos a decir: ¡Hágase tu voluntad!». Podríamos decirlo, también, desde la perspectiva inversa: «Haciendo tu voluntad aprendemos a contemplar tu rostro»”. Para continuar: “Al mirarnos en el rostro de Cristo, como la vida contemplativa hace y nos invita a hacer, dejamos por un momento de considerar nuestro propio interés para acoger el querer del Padre. Y el querer del Padre no es, sino que el hombre viva conforme a la gloria del rostro de su Hijo”.
Asimismo, hizo referencia a la charla de la Hna. Pilar Avellaneda, O. Cist.: «No sabemos orar como conviene» (Rom 8, 26) que, pronunció de manera online, con motivo de la Jornada Pro Orantibus, el pasado 24 de mayo. “Ella recordaba habitar la debilidad para que el Espíritu acuda a nosotros, para que podamos recibir la justificación de Dios. En Lc 18, 9-14 el publicano bajó a su casa justificado, antes que el fariseo. Y publicano y fariseo están dentro de nosotros. Hay que pedir pasar de fariseo a publicano, de no saber orar, a orar como conviene”.
A continuación, comenzó un pequeño diálogo entre el Obispo y las religiosas. En él, Don Sebastián quiso recordarles que son un gran tesoro que enriquece nuestra Diócesis. Y, además, quiso alentarlas a continuar su misión con esperanza, a pesar de los tiempos difíciles en los que nos ha tocado vivir. “La esperanza en la que nos lleva a tener una disponibilidad de vida, tanto agradecida, como de luz”. “Y sabed una cosa: Dios pensó en mí para estar aquí y ahora. Con mis pobrezas y con mis riquezas. Con las pobrezas de mi comunidad y con las riquezas. Dios me tuvo en cuenta para esta situación y este momento. Y hay que vivirlo como un tiempo de gracia”.
Finalmente, el encuentro culminaba con una comida fraterna.
Galería fotográfica: «Encuentro de religiosas contemplativas»