El Obispo predica la novena en honor a San Juan de Ávila en Montilla
6 mayo de 2019La localidad cordobesa de Montilla alberga las reliquias del Apóstol de Andalucía, San Juan de Ávila, ya que fue allí donde vivió sus últimos años y donde murió.
En este año jubilar de San Juan de Ávila, en el que se cumple el 450 aniversario de su muerte y el quincuagésimo de su canonización, tanto la Diócesis de Jaén como la de Córdoba se están volcando con el patrón del Clero español. No en vano, en Montilla, donde reposan sus restos, la Basílica de San Juan de Ávila acoge desde el 1 de mayo un solemne novenario que está predicado, cada día, por Obispo de Andalucía.
El pasado viernes, cuarto día de Novena, la celebración fue presidia por el Obispo de Jaén, Don Amadeo Rodríguez Magro.
Durante su homilía, el Prelado jiennense comenzó recordando que San Juan de Ávila es Doctor de la Iglesia desde el año 2011. Y que esto significa, expreso el Obispo, «que nos enseña a acerarnos al misterio de Dios». Del mismo modo, recordó la fiesta de los apóstoles San Felipe y Santiago, y ese encuentro con el Señor en el que los apóstoles le piden que «le enseñen a amar». En este sentido, Don Amadeo, explicó que, «cada vez que celebramos la Eucaristía, y participamos en el misterio de su muerte y su resurrección, que se renueva, Dios nos está ofreciendo su amor y su gracia. Del mismo modo, cuando nos acercamos al Sacramento de la Reconciliación, se está mostrando la ternura de Dios, la ternura del Padre bueno, que está con el corazón de abierto de escucha para darnos su perdón. O cuando nos acercamos a nuestros hermanos, los más pobres, ahí está Dios y ahí está su misericordia».
La predicación continuó poniendo de manifiesto la obra de San Juan de Ávila, recordando que en este 450 aniversario de su muerte, las Diócesis de Córdoba y Jaén lo recuerdan. La primera por albergar en ella sus reliquias, la de Jaén por tener y mantener su legado.»Tenemos el testimonio permanente histórico y actual de la obra de San Juan de Ávila en Baeza». En este sentido rememoró que fue en Baeza donde «de algún modo realizó el sueño de que pudieran surgir en aquel momento de la historia, sacerdotes santos. Se ocupó de una buena formación intelectual y espiritual de los presbíteros y se preocupó de que fueran hombres generosos, apostólicos y entregados al servicio de los demás, en definitiva, quiso plasmar lo que fue toda su vida en los sacerdotes».
El Obispo de Jaén recordó que este año Jubilar tiene como lema ‘San Juan de Ávila, pregonero de la gloria de Dios’, «porque supo vivir, sentir y plasmar con su propia existencia de la Gloria de Dios. Porque la gloria de Dios es un servicio al ser humano. San Juan es testigo y modelo, como Apóstol de Andalucía».
La celebración estuvo concelebrada por el Rector y Vicerrector de la Basílica y la ceremonia concluyó con el himno a San Juan de Ávila interpretado por el Coro de la Divina Pastora de Montilla.