El Obispo de Jaén ofrece un mensaje de Navidad a los jiennenses
21 diciembre de 2017En estos últimos días de Adviento, y muy cerca de la celebración del nacimiento del Mesías, el Obispo de Jaén, Don Amadeo Rodríguez Magro ha enviado, a los jiennenses, un mensaje de Navidad.
En él, el Prelado del Santo Reino, además de felicitar en estos días tan cargados de significado para los cristianos, ha querido resaltar que «se puede ser feliz, porque la Navidad es una oportunidad que se nos da a cada uno para encontrar la fuente de nuestra felicidad». A la vez, ha querido recordar, que Cristo «apareció hace veinte siglos, pero hoy sigue apareciendo el amor de Dios y la gracia de Dios».
Monseñor Rodríguez Magro en su mensaje navideño ha hablado de la felicidad por encima de las dificultades y las situaciones por las que se atraviesen, «La felicidad– ha dicho- es un don que tenemos que acoger ya que podemos ser felices sea cual sea nuestra situación. A veces en medio del dolor, de la enfermedad… justamente ahí, en medio de nuestros problemas y necesidades podemos encontrar a Aquel que nos lo da todo. Que ha venido para cada uno de nosotros y se ha puesto a disposición de cada ser humano«.
Del mismo modo, Don Amadeo ha invitado a los fieles de Jaén a buscar al Señor estos días. Para ello, ha indicado que, «el primer paso, tiene que ser abriendo nuestro corazón a la fe, que es la puerta que nos hace entrar en el misterio de Dios y en la bondad de Dios. La felicidad que encontramos en Dios nunca es individualista ni para nosotros mismos, siempre es una felicidad que hay que compartir, que hay que llevar, que hay que ofrecer».
El Obispo jiennense ha concluido sus palabras pidiendo que esa relación personal con Dios y con su Hijo encarnado en María «nos lleve hacia los demás, a hacer un mundo mejor, que nos lleve a colaborar con los otros a buscar una vida más digna». Para finalizar diciendo que «Jesucristo se identifica siempre con los más pobres, más débiles y más necesitados», por lo que para vivir una feliz Navidad hay que ponerla en clave de amor hacia Dios y hacia los hermanos más desfavorecidos. «Os deseo una Feliz Navidad llena del amor de Dios, y una Navidad que va ofreciendo a los demás felicidad, porque trabajamos cada uno de nosotros por hacer de éste un mundo mejor y más justo».