El Obispo de Jaén clausura el Año Santo de la Misericordia
14 noviembre de 2016Más de 1.100 personas se dieron cita ayer en la Catedral de Jaén para participar en la clausura del Año Santo de la Misericordia, que estuvo presidida por el Obispo de Jaén, Don Amadeo Rodríguez Magro. Este clausura, que coincidía con las del resto de las Diócesis del mundo, ponía el punto y final al Año Santo de la Misericordia, instituido por el Papa Francisco, y que dio comienzo el pasado 8 de diciembre.
Don Amadeo Rodríguez Magro abrió, por última vez, la Puerta Santa de la Misericordia para acoger a los participantes del último Jubileo, el de los Movimientos Eucarísticos, Cofradías Sacramentales, Ministros Extraordinarios de la Comunión, monaguillos … que participaban en El Encuentro Eucarístico Diocesano y a todos los fieles que quisieron unirse a esta celebración gozosa
Homilía
«Misericordiosos como el Padre», con estas palabras dio inicio a la Santa Misa Don Amadeo Rodríguez Magro, en alusión a la letanía que a lo largo de este Año Santo se ha repetido en todos y cada uno de los Jubileos.
Durante su homilía, el Obispo del Santo Reino afirmó «Se clausura el Año Jubilar de la Misericordia. Muchos de nosotros, cuando llega este día de clausura tenemos un sentimiento muy especial: el de gratitud al Señor, al celebrar el cierre de lo que ha sido un excepcional regalo de la Santa Madre Iglesia en la persona del Santo Padre Francisco».
En este sentido, Monseñor Rodríguez Magro expresó que «A lo largo de este año Jubilar en las diversas peregrinaciones tanto personales como comunitarias se han ido manifestando ese sentimiento profundo de fe que todos llevamos en el corazón y que nos ha llevado a pasar por una puerta Santa que sabíamos que estaba enriquecida por el misterio del amor de Dios, y que en esa puerta nos íbamos a encontrar con Cristo, el Santo Rostro de la Misericordia del Padre. Cristo es siempre la gran puerta de la vida, de la paz, de la felicidad, de la salvación. Pero la Misericordia de Dios no se acaba hoy con esta clausura del Año Santo de la Misericordia, ya que la Misericordia de Dios es eterna».
En la Eucaristía, Don Amadeo estuvo acompañado, por el Obispo emérito de Jaén, Don Ramón del Hoyo López, que era la primera vez, desde el pasado 28 de mayo, que acudía a algún acto en la Diócesis. También participó en la Santa Misa el Obispo emérito de Cádiz y Ceuta, Don Antonio Ceballos, y más de una treintena de sacerdotes diocesanos, así como seminaristas y monaguillos.
El coro de la Parroquia de San Juan Evangelista de Mancha Real fue el encargado de armonizar la Eucaristía.
Las tres Puertas Santas en la Diócesis
En este Año Santo de la Misericordia fueron tres las Puertas Santas que se abrieron en la Diócesis, la de la Catedral de Jaén, la de la Catedral de Baeza y la de la Basílica Santuario de la Virgen de la Cabeza.
Monseñor Rodríguez Magro clausuraba, el sábado por la tarde, el Año Jubilar en el Santuario de la Virgen de la Cabeza. Un templo repleto de fieles, que quisieron acudir hasta la Basílica del la Patrona de la Diócesis para participar en este acto. En sus palabras quiso destacar la figura de María, que es «Madre de Misericordia», para todos los Hijos de Dios.
En Baeza, más de 900 personas llenaban la Catedral de la Natividad de Nuestra Señora. Autoridades civiles y militares, representantes de las Cofradías de la ciudad, fieles… todos quisieron acompañar al Obispo de la Diócesis en la clausura del Año Santo en este templo jubilar. En la Misa solemne, el Prelado jiennense estuvo acompañado por un numeroso grupo de sacerdotes de los arciprestazgos cercanos.
En sus palabras, Monseñor Rodríguez Magro dijo que «la cruz es la cara de las dificultades y la Resurrección es la luz de la esperanza». En este sentido, el Obispo diocesano quiso incidir en «que pesar de las dificultades del camino, hemos de dar testimonio de Jesús, y sin perder la calma, hemos de perseverar en el camino con una esperanza que no defrauda». En referencia a la clausura del Año Jubilar, Don Amadeo interpeló a los fieles con estas palabras: «Como testigos del tiempo vivido en el Año Jubilar, y fiados en la esperanza que nos hemos encontrado en el amor de Dios, trabajaremos para que el mundo, nuestro mundo, beba de la fuente misma de la Misericordia. De un modo especial, diremos, a voz en grito, que no hay misericordia sin perdón. Diremos que sabemos perdonar porque hemos sido perdonados por Dios».
El Año de la Misericordia, convocado por el Papa Francisco, en la Diócesis del Santo Reino se han celebrado 25 jubileos, en los que han participado unos 15.000 fieles diocesanos. Estos Jubileos, que se han ido realizando a lo largo de este Año Santo, han congregado en torno a los tres templos jubilares a Cofradías, Movimientos y Asociaciones religiosas, Delegaciones Episcopales, y fieles de toda la geografía jiennense.
Galería Fotográfica «Clausura Año Santo de la Misericordia 2016»