El Obispo clausura la trigésima sexta edición de las Jornadas de Santo Tomás
12 febrero de 2024Durante la pasada semana, del 7 al 9 de febrero, se han desarrollado las XXXVI Jornadas Culturales de Santo Tomás. En esta edición, bajo el título, «El Concilio Vaticano II: continuidad y renovación», las jornadas han sido punto de encuentro de los fieles jiennenses que ha querido sumarse, de manera presencial o a través de YouTube, a esta iniciativa cultural impulsada por el Instituto Teológico San Eufrasio y el Instituto de Ciencias Religiosas San Dámaso en Jaén.
Tres días, con tres conferencias magistrales que han querido dar a conocer más sobre el Concilio Vaticano II, en el sesenta aniversario de su inicio.
La última de las ponencias, «Pueblo de Dios y sinodalidad. De una Iglesia misterio de comunión a una Iglesia sinodal y misionera», corrió a cargo de D. José Antonio Sánchez Ortiz, Provicario General, Doctor en Teología Dogmática y Director del Instituto Teológico San Eufrasio de Jaén.
El Provicario quiso comenzar explicando que el tema de la conferencia no podía ser más sugerente y más actual. “Es una mirada al pasado, para comprender el presente y afrontar el futuro. Establecer este vínculo entre el pasado – y cuando hablamos del pasado estamos hablando del Concilio Vaticano II- y el presente – y cuando hablamos del presente estamos hablando de la realidad eclesial en la que nos encontramos gracias al Papa Francisco- nos da la posibilidad de descubrir cómo hay temas eclesiológicos y pastorales que ya fueron impulsados por el Concilio Vaticano II y que ahora el Papa Francisco está tratando de desarrollar y de desplegar con su propuesta eclesiológica y pastoral”. En este sentido D. José Antonio subrayó que, también, y, sobre todo, este tema “nos da la oportunidad de poder descubrir un poco más el espíritu conciliar y por tanto el espíritu que llevó a Juan XXIII y después a Pablo VI a convocar, continuar y celebrar el Concilio Vaticano II. Y que es el mismo espíritu es, sin duda alguna, el que está moviendo ahora a nuestro Santo Padre. La llegada de Francisco a la sede romana está claro que supuso un auténtico cambio en el devenir de la Iglesia, porque era la primera vez de la historia que un Papa sudamericano llegaba a la sede de Pedro, un obispo de nuevo continente y con él llegó también al corazón de la Iglesia otra mirada otra manera de ser y de hacer en la Iglesia”.
Durante su conferencia Sánchez Ortiz también insistió en la idea de que la Iglesia misionera, la Iglesia en salida a la que nos exhorta el Papa Francisco, la Iglesia hacia la que caminamos en este tiempo de conversión pastoral, está situada en otras claves teológicas: la clave del encuentro, la clave de la esencia, la clave de la misericordia, la clave de la universalidad, la clave de las periféricas, la clave de la esperanza, la clave de la fragilidad, la clave del tiempo…
Y culminaba haciendo referencia a Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium en la que el Papa Francisco dice: “A veces nos parece que nuestra tarea no ha logrado ningún resultado, pero la misión no es un negocio ni un proyecto empresarial, no es tampoco una organización humanitaria, no es un espectáculo para contar cuánta gente asistió gracias a nuestra propaganda; es algo mucho más profundo, que escapa a toda medida. Quizás el Señor toma nuestra entrega para derramar bendiciones en otro lugar del mundo donde nosotros nunca iremos. El Espíritu Santo obra como quiere, cuando quiere y donde quiere; nosotros nos entregamos, pero sin pretender ver resultados llamativos. Sólo sabemos que nuestra entrega es necesaria. Aprendamos a descansar en la ternura de los brazos del Padre en medio de la entrega creativa y generosa. Sigamos adelante, démoslo todo, pero dejemos que sea Él quien haga fecundos nuestros esfuerzos como a Él le parezca”.
Palabras del Obispo
Fue el Obispo de Jaén, Don Sebastián Chico Martínez, el encargado de clausurar esta trigésima sexta edición.
Durante su intervención, Don Sebastián explicó que ahora, en pleno Sínodo, cuando siguen produciéndose cambios sustanciales en nuestra forma de ver y percibir el mundo y la sociedad que nos rodea, estos días de Jornadas nos han servido para darnos cuenta de que el Concilio Vaticano II está de plena actualidad. “Quizá otros lenguajes, otras formas, pero la esencia es la misma: el plan de Dios es que el hombre sea feliz y sea copartícipe de la edificación del Reino de Dios. En un mundo que sigue enfrentando desafíos sociales, políticos, económicos y culturales, la Iglesia necesita más que nunca el espíritu de apertura y renovación que caracterizó al Concilio”. Para añadir: “el Concilio Vaticano II sigue siendo una fuente de inspiración y de orientación para la Iglesia en nuestro tiempo. Y así nos lo han trasladado los ponentes de estos días: D. Diego Molina Molina, profesor de la Facultad de Teología de Granada; D. Francisco Castro Pérez, profesor del Instituto de Ciencias Religiosas San Pablo de Málaga, y hoy nuestro Provicario General y Director del Instituto Teológico San Eufrasio, Don José Antonio Sánchez Ortiz”.
Y culminaba: “El Concilio Vaticano II nos recuerda que hoy como ayer, somos una Iglesia en camino, llamada a renovarse constantemente en fidelidad al Evangelio. Que estas jornadas que clausuro nos sirvan como estímulo para seguir trabajando por una Iglesia más fiel al espíritu del Concilio, una Iglesia que sea verdaderamente sal y luz en el mundo de hoy”.