El Obispo clausura el VIII Simposio San Josemaría, «Diálogo y Convivencia»
21 noviembre de 2016Durante los días 18 y 19 de noviembre, el Palacio de Congresos de Jaén ha acogido el VIII Simposio San Josemaría, este año bajo el título «Diálogo y convivencia». A lo largo del fin de semana, alrededor de 300 personas han participado en este encuentro bienal, organizado por la fundación Catalina Mir, que tiene como fines promover y realizar actividades de carácter asistencial, cultural y social.
Distintas personalidades de ámbitos tan diversos como el jurídico, periodístico, psicológico, cinematográfico, religioso, se dieron cita en este Simposio para, desde su punto de vista profesional y personal, exponer su mirada del mundo y de la realidad de la sociedad actual, en unas jornadas que fueron clausuradas por el Obispo de Jaén, Don Amadeo Rodríguez Magro.
La conferencia inaugural corrió a cargo del académico y Secretario General de la Real Academia de la Jurisprudencia y Legislación de España, Rafael Navarro Valls, quien afirmó «se ha hablado mucho de laicidad positiva, considera que conviene reafirmar a las iglesias en una libertad religiosa positiva, dentro de un mercado libre de opiniones en el que el Estado es custodio de esa libertad, no dueño y señor de ella». Para Navarro Vals los cristianos no tienen que tener ningún complejo, porque la verdad es como un león que si la dejas suelta se defiende sola
Durante la segunda jornada el coach Carlos Andreu explicó a los asistentes al Simposio de San Josemaría que «No hay buenos ni malos, lo importante es saber cómo eres tú y como es la gente con la que interactúas», «lo que cuenta es lo que haces con tu forma de ser». Todo con el objetivo de conocerse más para enfadarse menos y dialogar mejor, porque «no puedes cambiar tu forma de ser, pero sí puedes modular con tu comportamiento», sin «justificar tu comportamiento en tu forma de ser», «ponerte en los zapatos del otro, entender al que tienes delante».
Por su parte, el subdirector del centro de Documentación y Estudios José María Escrivá de Balaguer, Onésimo Díaz, ha hablado de la residencia de la calle Jenner en Madrid, que fue un espacio de convivencia entre 1939 y 1943. Díaz relató detalles de cómo vivían esos jóvenes de entre 17 y 19 años que se preparaban para estudiar, especialmente ingenierías al término de la Guerra Civil y en medio de una guerra mundial.
Andrés Barbé, CEO de Formato Producciones, ha dado una visión muy personal y testimonial de la comunicación dentro del mundo del cine. Finalmente, Raquel Rodríguez, jefa de prensa de Harambé, ONG declarada de interés social, ha hablado de África, «un continente inmenso», cuyos países han visto empeorada su situación desde que se produjeron los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos.
Por la tarde fue el turno de la comunicación religiosa en redes sociales e Internet, con dos conferencias pronuncias por Sofía Altimari, subdirectora del portal de catequesis Arguments; y Xiskya Valladares, cofundadora de iMision. La religiosa explicó que «hoy día la lengua más hablada en el mundo no es el inglés sino el lenguaje binario del mundo digital». En este sentido considera que «la Iglesia necesita hablar el idioma del mundo, pasar del lenguaje analógico al digital, ser más audiovisual».
Xiskya Valladares insistió en que el mundo necesita una Iglesia en diálogo y para evangelizar es indispensable el testimonio, de ahí que ha pedido a los asistentes «que no tengan miedo de hacerse ciudadanos del mundo digital».
La conferencia del catedrático de Sociología de la Universidad Complutense de Madrid, Antonio Lucas, puso el punto y final del VIII Simposio «‘Diálogo y convivencia»‘ hablando de los modelos actuales de convivencia social. «Hemos pasado en poco tiempo de una sociedad tradicional a una industrial y a otra de la comunicación muy diferentes. En la sociedad digital el modo de convivir es el modo de comunicar»
Clausura del Obispo
Don Amadeo Rodríguez Magro, Obispo de Jaén fue el encargado de clausurar este VIII Simposio San Josemaría. Durante su intervención quiso recordar que con «Gaudium et Spes», texto que emana del Concilio Vaticano II, «por primera vez, en lugar de mirar sola para sí misma y hablar consigo misma, la Iglesia debe hablar con el mundo, hablar con todos, abrir las puertas y abrir los caminos para el encuentro con Cristo. Y esto lo entendieron los hombres y mujeres de aquella época, San Josemaría y otros santos contemporáneos, que trabajaron por situar a la Iglesia en medio del mundo y a la vez como servidora del mundo».