El Obispado y la Caja Rural de Jaén renuevan su convenio de colaboración
2 agosto de 2019
El Obispo de Jaén, Don Amadeo Rodríguez Magro, y el Presidente de Caja Rural de Jaén, D. José Luis García-Lomas Hernández, han firmado, esta mañana, en el Convento de San Antonio de Baeza, la renovación del convenio de colaboración entre ambas entidades.
Dicho convenio se firmó por primera vez hace ocho años, y desde entonces se viene renovando con periodicidad bianual.
La novedad de firmarse en Baeza, con las Madres Clarisas Franciscanas como testigos de la rúbrica, es que el convenio incluye un acuerdo para colaborar con los gastos derivados de la rehabilitación del Convento de San Antonio de Baeza, que necesita una urgente intervención, haciendo así patente el compromiso tanto del Obispado como de la Caja Rural de Jaén en favor de este inmueble histórico cuyas religiosas viven gracias a la generosidad de mucha gente. Junto con éste, los aspectos más novedosos y relevantes del acuerdo afectan a los sacerdotes y al personal laboral del Obispado, ya que, a partir de ahora, domiciliando la nómina en Caja Rural podrán beneficiarse de una atractiva oferta de productos y servicios de esta entidad bancaria, que incluye anticipos de haberes, préstamos generales al consumo y préstamos hipotecarios.
Tras la rúbrica del convenio el Obispo ha querido mostrar su satisfacción y agradecimiento por la gran ayuda que supone este convenio con Caja Rural. “Estamos muy contentos y complacidos con la generosidad y el trato de Caja Rural”. En este sentido, el Obispo recordó que siempre que han acudido a Caja Rural para alguna obra de mayor necesidad “siempre hemos encontrado la comprensión y la generosidad de la Caja Rural y de su Presidente”. En lo referente a la rehabilitación que se va a emprender en el Convento, Don Amadeo ha explicado que “las contemplativas sois una parte muy importante de la Iglesia y valoramos mucho vuestra misión. Es un gesto de la Iglesia en favor de la vida contemplativa”.
Por su parte, el Presidente de Caja Rural, D. José Luis García-Lomas, se mostró muy satisfecho con las condiciones del convenio al que se ha llegado con el Obispado y a su vez ha expresado su deseo para que cuanto antes den comienzo las obras del convento.
La Caja Rural, en su compromiso con el Patrimonio diocesano, recoge en este convenio de colaboración, Obispado-Caja Rural una línea de afianzamiento mercantil con el Obispado para hacer frente a obras y otras intervenciones en templos y centros parroquiales, así como ayudas para restauración de bienes muebles. Del mismo modo, la renovación del convenio mantiene unos buenos tipos de interés para la financiación de la Diócesis y las parroquias; asigna una subvención anual por parte de la Entidad al Obispado; permite que el Obispado y las parroquias se sirvan gratuitamente del servicio de valija de la Caja para enviarse documentación a través de sus 155 sucursales; y todos los servicios y condiciones que se establecen en el convenio serán también aplicables a Cáritas diocesana de Jaén.
A la reunión asistieron, además, la Alcaldesa de Baeza, Dª Lola Marín; el Vicario de Economía, D. Rogelio Garrido Checa; y por parte de Caja Rural de Jaén, D. José Márquez y técnicos del Ayuntamiento baezano. Y es que, por su parte, el Consistorio también ha querido presentar una adenda al convenio de colaboración ya existente con este Convento de Madres Clarisas Franciscanas de San Antonio, y el Ayuntamiento, a través del cual se ha redactado el proyecto de obra y, además, el Consistorio se compromete a llevar a cabo la dirección técnica de la obra, con técnicos municipales.
La comunidad de Hermanas clarisas, han estado presentes durante la firma de los convenios a través de la clausura. La Madre superiora, Sor Dolores, desbordada de alegría y gratitud, ha agradecido la labor del Obispado, Caja Rural y Ayuntamiento, y les ha dicho que lo tendrán siempre presentes en sus oraciones ya que sin ellos no hubiera sido posible llevar a cabo la urgente rehabilitación.
El convento de San Antonio de Baeza data de los siglos XV y XVI, de estilos Gótico y Plateresco. Según se recoge en las actas conventuales, en él pernoctó Isabel La Católica a su regreso de la Conquista de Granada, donde dejó como donación una imagen de un Niño Jesús.