El Instituto Teológico San Eufrasio da la bienvenida al nuevo curso
20 septiembre de 2025
Los pasillos del Instituto Teológico San Eufrasio han sido está semana tomados por los alumnos que cursan los distintos estudios que oferta esta centro teológico, en particular el Bachiller en Teología, que forma a los futuros sacerdotes y a un puñado de laicos que quieren ampliar su formación en este ámbito.

Un inicio de las clases que ha tenido, esta mañana de sábado, su apertura oficial presidida por el Obispo de Jaén, Monseñor Chico Martínez. Junto a él, el director del ITSE, D. José Antonio Sánchez Ortiz; el Decano de la Facultad de Teología de la Universidad Loyola Andalucía, el Padre trinitario, D. Ignacio Rojas Gálvez; el resto de los profesores del claustro. También, han querido participar en el acto institucional y numerosas autoridades civiles académicas y militares. Entre otros, el Delegado de Justicia de la Junta de Andalucía, D. Javier Carazo; D. Francisco José Lozano Cerdán, Teniente Coronel de la Comandancia de la Guardia Civil; D. Diego Saavedra Anegas, Jefe Regional de Operaciones; Dª. María José Carazo Liébana, Secretaria General Universidades; la Doctora en Sagradas Escrituras, Dª Carmen Román de la facultad de Teología de Granada; Dª Ana Belén Romero Iglesia, Vocal Junta de Gobierno, Colegio de Procuradores. El Presidente de la Diputación, D. Francisco Reyes, se ha incorporado al acto académico, después de la celebración eucarística.

Eucaristía
Junto al Obispo, los presbíteros y las autoridades, los seminaristas, alumnos y alumnas y el personal del Instituto teológico; diáconos y diáconos permanentes; así como aspirantes al diaconado han participado en la misa votiva del Espíritu Santo en la que han pedido se derrame sus dones entre todos los que forman la comunidad educativa para el curso que se inicia.
Las moniciones y lecturas han estado participadas por los alumnos y el Evangelio proclamado por el diácono Samuel Valero, que será ordenado el próximo 11 de octubre.

Homilía
Las primeras palabras del Obispo en su predicación han sido dirigidas al Espíritu Santo para que ilumine a aquellos que van a comenzar un nuevo curso académico, para que la Teología dé su fruto y cumpla su misión: “Bajo la guía del Espíritu Santo, esta mañana, iniciamos un nuevo año académico en nuestros Institutos Teológico San Eufrasio y Superior de Ciencias Religiosas San Dámaso. El Espíritu Santo que renueva, ilumina y fortalece nuestro caminar. Necesitamos la unción del Maestro interior. Sin el Espíritu Santo, la Teología se reseca; con Él, florece y da fruto. Que el Paráclito haga de nuestras aulas un cenáculo vivo: pensamiento que ora, oración que piensa, caridad que discierne. Pidamos, no solo en esta celebración sino siempre, ser docentes y alumnos dóciles, que dejan actuar al Espíritu en la vida, en la cátedra y en la pastoral”.
Después, ha querido hacer referencia al papel que estos estudios tienen tanto en los que los cursan y los imparten como su reflejo en la sociedad: “Queridos profesores y alumnos, renovemos nuestras actitudes para este nuevo curso. La teología es más que una excelente materia de enseñanza: la certeza nace del estupor de un encuentro; la verdad del cristianismo es un Misterio vivo que nos sale al paso y nos supera. Cuando buscamos seguridades solo en la lógica, la teología se vuelve ajena a la piedad; el estudio verdadero, en cambio, conduce a la experiencia de Dios en Jesucristo, se alimenta de vida interior y se traduce en confesión, culto y testimonio”.
Al finalizar la Eucaristía, todos los asistentes a la celebración se han dirigido al acto académico en el Salón de Actos de la Casa de la Iglesia

Acto académico
Este año ha sido el Obispo quien ha abierto el acto académico, cuando es habitual que sea él quien lo cierre. En su intervención, ha hecho un recorrido por los distintos estudios que ofrece el Instituto Teológico diocesano. Apoyado en las líneas maestras del curso: la corresponsabilidad y el liderazgo, Don Sebastián ha afirmado: “En este contexto, el curso pastoral 2025-2026, que toda la Iglesia de Jaén comenzamos a vivir, nos propone un horizonte exigente y apasionante: crecer en corresponsabilidad y en liderazgo eclesial. Es en este marco donde adquiere pleno sentido la consolidación y crecimiento de nuestro Instituto Teológico, el cual es un laboratorio de corresponsabilidad eclesial: porque en sus aulas se forman quienes mañana liderarán comunidades, animarán parroquias, acompañarán procesos pastorales, organizarán iniciativas misioneras o anunciarán el Evangelio en medio de nuestra sociedad, en el contexto actual y en este momento de la Historia que nos ha tocado vivir”

El Obispo no ha querido desaprovechar la oportunidad de subrayar la impronta jesuita que llega al Instituto Teológico a través de su afiliación con la Universidad Loyola, de la que ha dicho: “Universidad Loyola, de la que somos parte como centro teológico afiliado. Esa impronta de la compañía de Jesús también se refleja en una formación integral, exigente y profundamente humana, en la que educar no es solo transmitir conocimientos, sino ayudar a formar personas conscientes, competentes, compasivas y comprometidas, capaces de buscar y de hallar a Dios en todas las cosas y de ponerse al servicio del bien común desde una fe madura e intelectualmente honesta”.
Por último, ha querido animar a todos los implicados en los procesos formativos a una implicación auténtica desde la corresponsabilidad y el liderazgo: “Y todo esto responde a un deseo: formar para corresponder, formar para liderar, formar para llevar a la sociedad, en el lenguaje de hoy, aquello que vivimos desde la fe. Deseo que este curso sea para todos —alumnos, profesores, personal de servicios, colaboradores— un tiempo de maduración vocacional, de descubrimiento de lo que Dios espera de cada uno”

El Decano de la Facultad Loyola, Padre Ignacio Rojas O.SS.T., ha sido el siguiente en intervenir, y apoyado en el contexto del jubileo de la esperanza, lo ha hecho expresando, “La teología, en este contexto jubilar, adquiere un papel decisivo. Estudiar teología es mucho más que un ejercicio intelectual: es dejar que la Palabra de Dios ilumine nuestra razón, escuchar los clamores del mundo con mirada creyente, y aprender a ofrecer respuestas que nazcan de la fe y conduzcan a la esperanza. Como nos exhorta la primera carta de Pedro: «Estad siempre dispuestos a dar razón de vuestra esperanza a todo el que os la pida» (1 Pe 3,15)”. Y ha añadido: “En un mundo polarizado, marcado por la incertidumbre, las crisis y las búsquedas sin rumbo, la reflexión teológica quiere ser un acto de fidelidad a Dios y a su revelación y de servicio a la sociedad. Cada clase, cada diálogo académico, cada lectura y cada investigación puede convertirse en un espacio donde la esperanza se hace tangible, comunicable y, sobre todo, y a eso estamos llamados: creíble. San Pablo nos recuerda que «la esperanza no defrauda, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo» (Rom 5,5).

Tras la presentación de la memoria de actividades del curso 2024-2025, por parte del secretario de ITSE, D. José López Chica, el profesor y sacerdote, D. José Antonio Maroto, ha pronunciado la lección inaugural. Él que lleva años como formador de diáconos permanentes, ha sido, precisamente ese el tema de su magna ponencia: “El diaconado en el Nuevo Testamento y su proyección en una Iglesia corresponsable”. Después de una larga ovación, ha cerrado el acto el director del Instituto Teológico, el Doctor en Teología, D. José Antonio Sánchez Ortiz. Sus primeras palabras han sido de agradecimiento para los asistentes llegados desde todos los ámbitos de la sociedad jiennense; para del mismo modo, agradecer su intervención y su trayectoria como profesor al ponente de este año, D. José Antonio Maroto: “Queridos profesores del claustro del Instituto Teológico, de modo particular a D. José Antonio Maroto, que hoy nos ha regalado esta excelente lección inaugural. A él de modo particular, quiero agradecerle no sólo su lección de hoy, sino todas las lecciones que ha impartido en estas aulas durante estos años. Querido José Antonio, la vida está marcada por etapas. Tú etapa docente en el ciclo institucional ha sido un regalo para nuestra diócesis. Gracias por tu esfuerzo, por tu tiempo, tu sabiduría y tu buen hacer. El Dueño de la Viña, que es el mejor pagador, se quien realmente premie tu trabajo y desvelos durante todos estos años”.
Del mismo modo, no ha querido desaprovechar para subrayar lo que se vive en el ITSE, y lo ha hecho con estas palabras: “Este acto de inauguración de curso, que repetimos cada año, no es una simple formalidad: es la ocasión para tomar conciencia de la misión que compartimos. Aquí se cultiva el pensamiento creyente, se forja la inteligencia de la fe y se preparan quienes, en diversos ámbitos, habrán de servir a la Iglesia y a la sociedad con solidez doctrinal, hondura espiritual y compromiso pastoral”.

Antes de dar por inaugurado oficialmente el curso, el Provicario General ha querido manifestar, también, las líneas pastorales de este año, que tendrán, del mismo modo, su reflejo en las clases. “Este curso, también, está marcado por el plan pastoral diocesano, que nos invita a crecer en la corresponsabilidad y liderazgo. La corresponsabilidad nos recuerda que todos —obispos, presbíteros, consagrados y laicos— somos Iglesia juntos, compartiendo dones y tareas en una misión común. Por otra parte, nuestro Centro de Estudios tiene que ser la institución diocesana donde se formen esos “líderes” que nuestra Iglesia necesita. Líderes que aprenda del único y verdadero líder del cristiano: Jesucristo, el Maestro”.
Un curso ilusionante e ilusionado el que comienza hoy, con grandes acontecimientos diocesanos que verán su reflejo en el este centro de estudios en el que cada día se matriculan más laicos.
Galería fotográfica: «Apertura del curso académico del Instituto Teológico San Eufrasio»