El Encuentro Eucarístico Diocesano Reúne a Cofradías, Parroquias y Asociaciones para reflexionar sobre la importancia de este sacramento
15 noviembre de 2013 El Seminario Diocesano de Jaén ha sido el lugar elegido para celebrar el Encuentro Eucarístico Diocesano, bajo el lema «Haced esto en conmemoración mía».
Más de un centenar de personas participaban en el encuentro organizado por el Secretariado Diocesano para la Promoción del Culto Eucarístico, dirigido por D. Mariano Cabeza Peralta. “Hemos hecho una convocatoria a todos los Movimientos Eucarísticos Diocesanos, a todas las Cofradías Sacramentales, a todos los que están en relación directa con el sacramento de la Eucaristía, como son los ministros extraordinarios de la comunión, catequistas que preparan la primera comunión… A todos los que, de alguna forma, adoran a Jesucristo en el Sacramento del altar. Han respondido más de un centenar de personas. Así, han participado en el encuentro movimientos como Adoración Nocturnas, Tarsicios, Unión Reparadora Eucarística, Cofradías de la Santa Cena de la diócesis, Cofradías Sacramentales, gente de parroquias, religiosas… Ha habido una representación bastante amplia de los distintos sectores y de todos los arciprestazgos cercanos a la capital: Martos, Marmolejo, Úbeda, Baeza, Jaén…”, asegura Cabeza.
La jornada comenzaba con la acogida y a continuación, se celebraba la Eucaristía presidida por el Sr. Obispo, D. Ramón del Hoyo López, y concelebrada por D. Mariano Cabeza Peralta.
Durante su homilía D. Ramón hizo hincapié en la necesidad de madurar en la fe: “nos tiene que dar Cristo Jesús fuerza para seguir madurando nuestra fe. Nunca podemos sentirnos satisfechos de haber llegado ya a la cima”.
“Queridos adoradores, devotos del Santísimo Sacramento: Cuando Jesús anunció la Eucaristía nos dijo que este sacramento iba a ser una garantía y un anticipo de la vida definitiva. Recordemos sus palabras para afianzar nuestra fe en el más allá. «El que coma de este pan vivirá para siempre y el pan que yo le daré es mi carne para la vida del mundo. El que coma mi carne y beba mi sangre tiene vida eterna y yo lo resucitaré en el último día». Este alimento y la Palabra de Dios nos animan a seguir entregados en nuestro recorrido como cristianos, de hacer el bien, de amar a los demás. Pero, sin olvidar que la fuerza que llega a nuestro corazón desde Dios, no es nuestra, y no podemos dejarla ir. Debemos llevarla a los demás. Esta es nuestra vocación”, continuaba.
Tras la Eucaristía, ya en el salón de actos, D. Mariano presentaba brevemente el encuentro eucarístico. “Uniéndonos al Plan Diocesano de Pastoral Diocesano este año, hemos querido tomar como objetivo el sacerdocio ministerial, por ello el lema del encuentro es «Haced esto en conmemoración mía». Eucaristía, sacerdocio ministerial y caridad son inseparables. Están íntimamente unidas porque fueron instituidas por Jesucristo en la víspera de su Pasión y en el marco de la Última Cena”, explicaba.
D. Bernardo Pérez Andreo, OFM, profesor titular de Teología y Secretario General del Instituto teológico de Murcia, fue el encargado de profundizar en la relación entre la Eucaristía y el sacerdocio, “entendiendo el sacerdocio como sacerdocio común que tenemos todos los bautizados, pero también como sacerdocio ministerial”.
Así, durante su conferencia, Pérez Andreo intentó situar la eucaristía en el momento histórico en el que surge. “La Eucaristía surge en la Última Cena y en todas las cenas que Jesús con sus discípulos. Eucaristía significa acción de gracias. Pero no podemos olvidar que es una mesa, es comida, alimentación. Es decir, satisfacer las necesidades biológicas del ser humano, pero también es satisfacer las necesidades sociales del ser humano. Por tanto, la Eucaristía no podemos dejarla recluida como un mero culto o un mero rito, que lo es también, pero tiene una potencia de modificación, de cambio y de transformación, de transustanciación. No sólo de los bienes que ponemos en la mesa, el pan y el vino, sino que transforma las relaciones personales, transustancia el mundo y transforma el mundo para ser el Reino de Dios”.
Posteriormente se tuvieron unos momentos de adoración del Santísimo Sacramento en la capilla mayor del Seminario, pidiendo al Señor por las vocaciones. Esta oración contó con el testimonio de los seminaristas mayores.
Por la tarde, tras la comida, el Sr. Vicario de Pastoral, D. Francisco Rosales, presentaba brevemente el Plan Pastoral Diocesano para este nuevo curso. Finalmente, el encuentro culminaba con la oración mariana del «Viafidei» en la Capilla Mayor del Seminario.