Don Sebastián conoce Proyecto Hombre y anima a los participantes «a soñar»
9 marzo de 2022En el recorrido por las distintas realidades de la Diócesis de Jaén, Monseñor Chico Martínez quiso conocer de cerca Proyecto Hombre. Su sede, cómo se trabaja y de manera particular a las personas que deciden dar el valiente paso de dejar a un lado sus adicciones y comenzar una vida nueva.
A su llegada lo esperaban los responsables del centro, con el director a la cabeza, Pedro Pedrero, así como los representantes de Cáritas, cuyo director ostenta la presidencia de la Fundación.
Después, el Prelado recorrió las instalaciones donde fue conociendo de cerca a los trabajadores y terapeutas así como el funcionamiento de este servicio que ofrece, en la actualidad, un centro de tratamiento ambulatorio para adultos con problemas de adicción, centrode día, comunidad terapéutica y centro de tratamiento ambulatorio para menores con problemas de consumo. Don Sebastián animó a los trabajadores a seguir con entusiasmo realizando su labor, que calificó como “muy relevante”.
En este centro, en el que prima el sentido de comunidad, en la actualidad son 30 las personas que están en la comunidad terapéutica. Todos lo aguardaban en el salón de actos. El Obispo comenzó explicando que las instalaciones son bonitas, “pero más bonitos sois vosotros”. En este sentido, Monseñor Chico afirmó, “sois unos valientes y ahora podéis soñar”. Del mismo modo, en tono cordial y cercano, el Prelado jiennense reflexionó sobre el pasado, el presente y el futuro de las personas que a través de este proceso quieren salir de las adicciones. “Hay mucha esperanza por delante- les dijo- para seguir caminando y afrontando la realidad de la vida, que es dura, pero también es hermosa y tenéis que ver lo duro y lo hermoso que tenéis por delante”.
Después, fueron los propios participantes quienes quisieron compartir con el Obispo su experiencia en Proyecto Hombre. Todos coincidieron en que allí habían encontrado paz, una familia en los compañeros y que afrontaban con ilusión y esperanza el futuro: “mi estancia aquí es un regalo. Estoy aquí para cambiar, para mejorar como persona y quererme. Aquí he adquirido muchos valores y podré disfrutar de mis hijos, de mi padre, cuando salga, explicó uno de ellos.
Para finalizar, el Obispo quiso contar su experiencia como voluntario en un centro de personas con adicciones y cómo fue allí donde encontró el empujón final para dedicar su vida al sacerdocio. “Si soy sacerdote es gracias a una comunidad cono la vuestra os doy las gracias por el testimonio fuerza y sacrificio y el deseo que tenéis de soñar. Transformando vuestra vida, transformareis, también, la sociedad”, concluyó Don Sebastián.