Don Ramón del Hoyo abre la Puerta de la Misericordia de la Iglesia de la Asunción de Jódar con motivo de la festividad del Santísimo Cristo de la Misericordia
4 mayo de 2016El Obispo de Jaén, Don Ramón del Hoyo López, participó ayer en el Jubileo de la Misericordia de la localidad de Jódar, con motivo de la festividad del Cristo de la Misericordia, patrón de la ciudad galduriense. Este Jubileo es extraordinario, ya que son sólo tres las puertas santas en la Diócesis, para este Año de la Misericordia: las de las catedrales de Jaén y Baeza y la del Santuario de la Virgen de la Cabeza. La apertura de esta Puerta Santa, junto a la que se hará en Torreperogil con motivo de la festividad de su patrona, la Virgen de la Misericordia, se debe a que los patronos de estas localidades son el Cristo de la Misericordia y la Virgen de la Misericordia, en cuyo Año Santo nos encontramos.
Cientos de vecinos acudieron hasta la parroquia de la Asunción de Jódar para participar en este Jubileo para alcanzar la indulgencia plenaria de este Año de la Misericordia. A las 12 del mediodía, el Obispo, Don Ramón abría la Puerta Santa de la iglesia de la Asunción para, posteriormente, celebrar la Eucaristía
El Administrador Apostólico, presidió la celebración, que estuvo concelebrada por los párrocos galdurienses, sacerdotes del arciprestazgo de Mágina y sacerdotes hijos de Jódar.
Durante su homilía, Don Ramón dijo a los galdurienses: “Su profunda devoción y cercanía al Santísimo Cristo de la Misericordia les conduce de forma muy clara y directa por este camino, puesto que ese Cristo es el rostro exacto y la imagen más perfecta de la misericordia de Dios”. Y añadió, “Sus antepasados acertaron a fijar su mirada en esta imagen del Cristo de la Misericordia, para profundizar interiormente en lo que Dios nos quiere a cada uno. Mirar, besar, adorar a esta imagen del Cristo, no sólo nos explica, sino que además nos acerca siempre al misterio de ese amor misericordioso de Dios”.
Por la tarde se celebró la procesión, en la que el Santísimo Cristo de la Misericordia recorrió las calles de Jódar, con un pueblo volcado con su patrón al que rezaban: «Por Jódar, tu pueblo, que sabes que tanto te ama, misericordia, Señor».