Crónica del Acto de Apertura del Curso de la Delegación Episcopal de Enseñanza
6 octubre de 2009 “Es bueno dar gracias al Señor” . Este es el canto que brota de un corazón agradecido al iniciarse la actividad académica correspondiente al curso 2009/2010. Es un hermosos trabajo el que tiene como tarea difundir todo lo bueno que Dios hace por las personas, por toda persona.
A primera hora de la mañana, con presteza y tiempo más que sobrado, se comenzaban a formar los corrillos de conocidos, de amigos, de compañeros, de profesores de Religión y Moral Católica que acudían a celebrar, todos juntos, el inicio del curso en el Seminario Diocesano de Jaén. De todos los arciprestazgos, de los lugares más remotos de la provincia, lo mismo que de los pueblos más cercanos sin olvidar la capital, podían saludarse y mostrar la satisfacción que la novedad del nuevo curso proporcionaba. Más de doscientas veinte personas llenaban el salón.
La Eucaristía, concelebrada por siete sacerdotes, presidida por el Sr. Vicario General, D. José Antonio Maroto, abría el acto. Se nos invitaba en ella a reconocer que Dios se ha revelado a los sencillos, nos da a conocer sus maravillas y nos anima a continuar cuidando con esmero nuestra profesión, cualificándola a tenor de la grandeza del mensaje que se anuncia. Con la invitación a llevar la Buena Noticia de Jesús a las aulas, fuimos enviados, un año más, a ejercer la docencia en los distintos centros educativos de la Diócesis de Jaén.
El acto académico se iniciaba con la ponencia que pronunció el doctor en Teología fundamental, D. Serafín José Béjar Bacas, profesor de Cristología, Antropología Teológica e Historia de la Teología contemporánea en la Facultad de Teología de Granada. El tema se enunciaba así: “El amor se llama Abbá: La misión de Jesús y los alejados”. La profundidad del tema y la hermosura del mensaje presentado inundaron la sala. El silencio de los asistentes no podía superar la grandeza de la música del amor de Dios. Llamar a Dios Padre desde la convicción profunda de que se es hijo, hace que la persona sienta que Dios sale a su encuentro, se sepa buscado por Él y amado sin límites.
A continuación la Delegada Episcopal para la Enseñanza, Dª María Gómez, presentó la programación, diseñada para este curso. La pastoral educativa, es parte de la pastoral de la Iglesia Diocesana, se parte de ella e incorpora los objetivos que el Plan Pastoral tiene marcados para el curso 2009 – 2010. La aplicación de esos objetivos a la tarea docente, más lo especifico de esta profesión, conforman los ejes que vertebran las finalidades de la Delegación: la formación teológica, la atención espiritual y la formación pedagógica. El profesor de Religión y Moral Católica, no es un profesional más, es un docente al que se le pide mostrar su adhesión al mensaje que trasmite.
La tarea formativa y educadora del profesorado llenan de nuevo los proyectos personales y de aula. Un año más comenzamos con la certeza de que la Palabra de Dios nos impulsa y nos lleva a dejar los acordes que el Amor y la Verdad han dejado sonando en el espacio del curso que todos iniciamos.
La Delegada Episcopal para la Enseñanza, María Gómez Torres.