Crónica de la XII Convivencia de Pastoral Penitenciaria
30 septiembre de 2009
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Carta del Sr. Obispo: Una Iglesia cercana a nuestros hermanos encarcelados
La Delegación de Pastoral Penitenciaria celebró unos días antes de la festividad de Nuestra Señora de la Merced la XII CONVIVENCIA en la Santa María de los Apóstoles.
En esta ocasión nos reunimos más de ochenta personas, algunos de ellos venían con la familia; entre voluntarios que van semanalmente a desarrollar algún curso en los módulos, colaboradores que sin hacerse presentes en la prisión, están en otras tareas de administración, secretaria y comunicaciones, enlaces en las parroquias y cofradías de la diócesis, internos y funcionarios de “Jaén II”, hermanos que pasaron por la prisión y ahora, en libertad, colaboran con la Delegación en atención a internos sin familia y a quienes pasan a Tercer Grado o Libertad Condicional.
El objetivo en esta ocasión no era desarrollar un tema, sino experimentar una verdad de la Iglesia: “Somos un solo cuerpo en Cristo”. Y esa verdad se hace cercana compartiendo experiencias y dejando que las alegrías, o dolores de cada uno, pasen a los demás y las sientan como suyas. Y con este fin se organizaron las horas que estuvimos juntos.
La CONVIVENCIA comenzó con una oración por nuestro hermano Juan que falleció hace unas semanas, a continuación comenzamos las presentaciones de cada uno, que no se redujeron a decir nombre y lugar de procedencia, cada uno contaba con libertad lo que quería de sí mismo.
Estábamos en esta tarea cuando nos visitó el Sr. OBISPO, el cual, después de escuchar varias presentaciones, hizo la suya propia con la sencillez que siempre le ha acompañado entre nosotros. Nos contó algo de su infancia, sus primeros pasos en la diócesis de Burgos como sacerdote hasta que su Obispo le propuso ser canónigo. Terminó con unas palabras de aliento a todos y a continuación uno de los reunidos, venido de Alcázar de San Juan con su familia, también le dirigió unas palabras de aliento para él. La visita del Sr. OBISPO terminó compartiendo el café y pastas que nos habían preparado las hermanas de la Casa de Ejercicios.
Hasta la hora de la comida seguimos contándonos las convivencias que durante el año hemos tenido entre internos y colaboradores diocesanos en Úbeda, Navas de San Juan, Baeza, La Carolina y comentamos también las visitas mensuales que un grupo de internos hace a La Catedral. También se aprovecho este momento para presentar “Módulo Cero” y la nueva Web de la Delegación.
En las mesas no se diferenciaban internos de libres, grupos de la diócesis y voluntarios semanales, funcionarios y antiguos internos. La fiesta se había llenado de comensales recogidos de todos los cruces de los caminos. Celebramos el cumpleaños de uno de nosotros que cumplía treinta y ocho, y de un pequeño que pronto cumpliría once.
La tarde se nos pasó entre juegos, cantos y propuestas de trabajo para el curso 2009-2010 sobre cómo atender mejor a los internos, a los que ya gozan de libertad, a las parroquias y cofradías, y a quienes cada semana toman contacto con los módulos.
La Convivencia finalizó con la celebración de una eucaristía en la que compartimos, elevando como oración, las alegrías y dolores que nos habíamos comunicado durante el día. Dos ejemplos: Lolo nos invitó a agradecer a Dios su próxima libertad (cuando se publiquen estas letras ya estará con su familia). Pedro nos comunicó su tiempo (seis años) en que acompañó a su mujer enferma, pero que nunca sintió la ausencia de Dios. Y terminamos con la alegría de sentirnos hijos de la Virgen, cantando los mayos que en Navas de San Juan dedican a la Virgen de la Estrella, y los abrazos de una despedida hasta pronto porque así nos lo pedían nuestros corazones.