Crónica de la PEJ – Camino de Santiago – Xacobeo 2010
18 agosto de 2010 Del 30 de julio al 8 de agosto más de 200 jóvenes de la Diócesis de Jaén hemos participado en el Camino de Santiago, en este Xacobeo 2010, y en la PEJ que ha tenido lugar los días 5, 6,7 y 8 de agosto en Santiago de Compostela, bajo el lema “Como el Apóstol Santiago, amigos del Señor!”.
Este Camino de Santiago ha sido un verdadero regalo de Dios para todos los jóvenes que animados por nuestra Delegación de Juventud hemos peregrinado con el resto de diócesis de Andalucía y de España hasta la ciudad del Apóstol, Santiago de Compostela.
El día 30 de julio partimos de Jaén hacia Tui, punto de partida del Camino de Santiago portugués que hemos realizado junto a las diócesis de Huelva, Sevilla, Málaga, Guadix-Baza y Granada. Al llegar pudimos visitar la Catedral y al anochecer disfrutamos de una preciosa Vigilia de Oración entorno a la Cruz y el Icono que el Papa Juan Pablo II regaló a los jóvenes y que esta recorriendo nuestro país hasta la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud que tendrá lugar en Madrid en agosto del próximo año.
Nuestra primera etapa de camino tuvo lugar el día 31 de julio desde Tui a Porriño. Desde ese día nuestro horario fue el siguiente: nos despertábamos a las 06:30 h de la mañana, desayunábamos a las 07:00 h, seguidamente a las 07:30 h teníamos la oración de la mañana y a las 08:00 h ¡a caminar!
Alrededor de las 14:00 h llegábamos a nuestro destino y almorzábamos. Después disfrutábamos de un tiempo libre que dedicábamos a descansar, charlar con los compañeros, pasear, curar nuestras heridas…y es que pronto aparecieron las primeras dificultades en forma de tirones, pies hinchados, ampollas… pero en ningún momento perdimos la sonrisa y la ilusión de recuperarnos cuanto antes para llegar en perfectas condiciones a nuestra siguiente etapa.
En cada jornada fuimos fijándonos y trabajando durante la mañana cada uno de nuestros sentidos para al llegar la tarde, alrededor de las 19:00 h, reunirnos por grupos para compartir en catequesis todo lo experimentado, lo descubierto, lo que más nos sorprendía… y así disfrutar con mayor plenitud la maravilla de ver, la maravilla de oír, la maravilla de gustar, la maravilla de oler, la maravilla de tocar…para hacer que los sentidos nos sirvan como fuente de felicidad y de encuentro con Dios.
Y así con el paso de los días, paso a paso, de Tui a Porriño, Redondela, Pontevedra, Caldas de Rei, Padrón hasta llegar finalmente a Santiago de Compostela fuimos abriendo nuestros ojos, oídos, olfato, boca, manos, corazón y voluntad a Dios.
Después de la catequesis todos los días nos reunimos casi 1000 peregrinos de todas las diócesis que formaban parte del grupo “Andalucía 2” en el que peregrinábamos, para celebrar la eucaristía, presidida cada día por una diócesis distinta.
Señalar de forma especial la eucaristía del día 3 de agosto en Caldas de Rei que fue presidida y preparada por la Diócesis de Jaén. Fue una celebración muy emocionante, dinámica, llena de sentimiento en la que Dios nos invadió a todos por completo. Además, tuvimos el privilegio de compartir dos maravillosas noticias con el resto de diócesis compañeras de camino: uno de los sacerdotes que nos acompañaban, D. Carlos Moreno Galiano, era enviado por nuestro Obispo Don Ramón del Hoyo López a la Parroquia de Manabí, Vicariato Apostólico de Esmeraldas (Ecuador), y un joven matrimonio que peregrinaba con Jaén había recibido la noticia de que iban a ser padres un día antes de comenzar el Camino.
Todos los días finalizábamos la jornada con la oración de la noche: acción de gracias a Dios por el amor sin condición que cada día nos entrega y por todo lo vivido durante la jornada.
¿Y el Camino?
El Camino de Santiago es sin duda un camino de conversión, un camino de búsqueda de Dios, una metáfora de nuestra propia vida…con sus subidas y bajadas, sus momentos dulces y otros más amargos en los que se vive en la propia piel de cada uno de los peregrinos la fuerza de Dios y el soplo de su Espíritu que nos permite desarrollar cada día, etapa a etapa, una gran capacidad de superación, siempre con el firme apoyo del Señor.
Han sido unos días muy intensos en los que hemos tenido tiempo para muchas cosas, entre ellas para encontrar momentos de silencio, orar, meditar…y así llenarnos del espíritu de Dios, escuchando lo que él nos quiere decir y dejando que fluya su gran amor, que limpie nuestro corazón y que sane todas nuestras heridas mediante el sacramento de la reconciliación que hemos podido celebrar constantemente durante todo el camino gracias a la total disponibilidad de nuestros sacerdotes, dejándonos invadir así por la paz y el perdón de Dios.
Este Camino de Santiago ha estado repleto de anécdotas, continuas colas para duchas, comidas que siempre hemos amenizado con canciones, chistes, risas, bailes… que nos han proporcionado infinitos momentos entrañables, alegres y muy divertidos que han hecho que esta experiencia haya sido impresionante y única.
Durante el Camino hemos disfrutado de la amabilidad, simpatía, generosidad… de cada uno de los acogedores pueblos gallegos que nos ha albergado. Nos han guiado, nos han refrescado en los momentos de mayor calor, nos han mostrado su baile y música tradicional y nos han alentado con sus palabras de ánimo.
Pero lo más importante de todo es que en este camino hemos experimentado realmente una verdadera presencia de Dios. Lo hemos encontrado a través de la Palabra, el sacramento de la reconciliación, la eucaristía…pero también lo hemos sentido en las vivencias con nuestros compañeros y amigos, en los momentos de dificultad. Hemos encontrado a Dios en cada sonrisa contagiosa de buenos días, en cada palabra de ánimo, en cada mano amiga que nos ha alentado a seguir adelante, en cada caricia de cariño, en cada mirada cómplice, en las delicadas manos que han curado nuestras heridas…
Continuamente hemos estado sintiendo a Dios, constantemente Jesús se ha dirigido a cada uno de nosotros y nunca ha dejado que venciera el desaliento, lo que nos ha permitido avanzar sin perder la esperanza y a aprender a amar con el amor de Dios.
¿Un momento muy especial? Sin duda nuestra emocionante entrada a la plaza del Obradorio, todos los peregrinos juntos, los que pudieron realizar el Camino al completo y los que por una lesión no lo pudieron hacer, entramos juntos, emocionados, cantando, llorando y abrazándonos, llenos de alegría por haber alcanzado nuestra meta, que no ha sido otra que la de unirnos más a Cristo.
Una vez en Santiago de Compostela no había terminado nuestra experiencia, ni mucho menos. Hemos participado en la PEJ, Peregrinación y Encuentro de Jóvenes, que nos ha ofrecido catequesis, talleres, mesas redondas, conciertos, teatros…actividades espirituales, formativas, culturales y lúdicas que han sido organizadas entorno a 6 bloques temáticos: “espiritualidad y pastoral”, “historia, arte y tradición”, “doctrina social de la iglesia”, “medios de comunicación al servicio de la nueva evangelización”, “los jóvenes hoy y la vocación al amor” y “música y evangelización”.
Entre todos los actos a los que hemos participado señalar de forma especial: la adoración eucarística permanente que ha existido durante esos días en la ciudad de Santiago, la eucaristía que la Diócesis de Jaén celebró en Santiago de Compostela y que fue presidida por el Cardenal Cañizares, la Vigilia de Oración del sábado 7 de agosto que fue presidida por el Presidente del Pontificio Consejo para los Laicos, Cardenal Stanislaw Rylko y la eucaristía que él también presidió al día siguiente como clausura de la PEJ 2010 en el Estadio de San Lázaro.
Todos ellos momentos muy especiales que nos han permitido unirnos más a Cristo y a nuestros hermanos peregrinos y que sin duda han fortalecido nuestra fe.
Ahora, de nuevo en Jaén, nos encontramos llenos de ilusión, fuerza, fe y esperanza para seguir trabajando. Ahora comienza “nuestro verdadero camino” y tenemos la mirada puesta en “JMJ, Madrid 2011”. Jesús es nuestro camino.
Por último dar las gracias a Dios por este Camino de Santiago inolvidable que ha dejado huella en cada uno de los peregrinos que hemos participado en esta PEJ Xacobeo 2010, y a todos los que lo han hecho posible. De manera muy especial dar las gracias a los responsables de las diversas tareas que el Camino de Santiago requiere para que todo marche a la perfección y al equipo de nuestra Delegación de Juventud encabezada por D. José Antonio Sánchez Ortiz y D. Manuel Ángel Castillo Quintero. A todos ellos gracias, muchas gracias por vuestro servicio, cariño, trabajo, apoyo, esfuerzo, entrega…y hasta muy pronto.
Carmen González