Convivencia vocacional en Monte Lope Álvarez
25 mayo de 2011 En la tarde del 21 de mayo, el Seminario Menor se trasladó a Monte Lope Álvarez para continuar la Convivencia Vocacional, que comenzara en el Seminario desde las primeras horas de la mañana. Se reunían los seminaristas menores y los jóvenes que participan en el Centro Vocacional “Manuel Aranda”.
Después de la comida, los participantes emprendieron viaje hacia el pueblo donde nació, vivió y murió el Siervo de Dios Seminarista Manuel Aranda.
El día se había presentado espléndido: luz, colorido, buen clima; la primavera bien se hacía presente en el jardín de la Iglesia y en el bello adorno del interior del templo de Ntra. Sra. del Carmen. Puntualmente, el Párroco don Manuel Carmona, miembros de la Asociación Manuel Aranda y un buen grupo de fieles se reunieron ante el monolito dedicado a Manuel para acoger a los seminaristas, quienes, acompañados del Sr. Rector don José María Romero, llegaban en un autobús hacia las cinco de la tarde.
Saludos y bienvenida; la alegría de los chicos llenaba el ambiente…su presencia nos hacía recordar al seminarista mártir y, de algún modo, rememoraba la ilusión y entrega con que aquél vivió su vocación.
Unas amables y sentidas palabras del Presidente de la Asociación, don Miguel Bueno Aranda, sirvió para el recibimiento oficial de los visitantes. Pasamos inmediatamente al templo parroquial, donde el Párroco don Manuel fue presentando la biografía y las virtudes que adornaron a nuestro Seminarista, invitando a los presentes a seguir aquél ejemplo de entrega y generosidad hasta la muerte.
Hacia las seis se inició una marcha-peregrinación camino de la Cruz, donde Manuel diera la vida… son unos 400 metros de las últimas casas. Se veneró el lugar, se hizo recuerdo de Manuel y se leyeron algunos pensamientos suyos sobre el valor de la Vocación, la vida de un buen seminarista y lo medios para defender y acrecentar esa vocación y responder al Señor.
Vueltos a la Parroquia, seminaristas y fieles, y por cierto bien emocionados… se dispuso la celebración de la Santa Misa. Concelebraron el Sr. Cura Párroco, Sr. Rector y Don Antonio Aranda, sobrino del Seminarista y consiliario de la Asociación. Una Eucaristía vivida en profundidad y rica participación. Don Antonio tuvo la homilía en la que comentó los pensamientos: “Cristo camino, verdad y vida” “Cristo Piedra angular” y nosotros “piedras vivas” “la Iglesia celebra la Palabra, la Fracción del Pan y el servicio a los más necesitados”… y así fue describiendo a Manuel que tenía un amor inmenso a Cristo y a su Iglesia, como piedra viva incrustada, en quien dio la vida por todos, con el brillo del martirio… y también destacó que Manuel se preocupaba de los más pobres y compartía con ellos hasta su comida. La Eucaristía terminó con cantos a María, mes de mayo, de quien Manuel era un fiel y amante hijo.
La tarde iba cayendo y había que volver al Seminario, pero la Asociación tenía preparada para todos los asistente una merienda que reparara el cuerpo, después de un alimento espiritual tan intenso. Así, pasamos al Salón Parroquial e iniciamos un rato de convivencia compartiendo refrescos y bocadillos de jamón y queso, ¡apetitosos por cierto! Lo preparado era tan abundante que parte de ello se mandó al Seminario para el día siguiente.
En fin una tarde intensa para bien de los seminaristas y aspirantes, para los sacerdotes y para los fieles que tomaron parte en lo relatado. Gracias a Dios.
Antonio Aranda Calvo