Confirmaciones en S. Juan de la Cruz de la Carolina
9 junio de 2009 Unos días después de la gran fiesta de Pentecostés, día en el que el Espíritu descendió sobre los discípulos recibiendo la fuerza para proclamar lo que vivían, el Sr. Obispo de Jaén administró el sacramento de la confirmación a un grupo de cincuenta personas de La Carolina en la parroquia de S. Juan de la Cruz.
El grupo estaba integrado por jóvenes y adultos de las parroquias de S. Carlos Borromeo y S. Juan de la Cruz, que recibieron la plenitud del Espíritu para ser hombres y mujeres nuevos, que llenos de su luz y de su fuerza vivan y den testimonios de su fe.
La celebración presidida por nuestro Obispo D. Ramón del Hoyo López y en la que concelebraron sacerdotes de la localidad, tuvo como marco la fiesta que la Iglesia universal celebraba: Jesucristo, sumo y eterno sacerdote. Al inicio de la celebración el Pastor diocesano recordó a los dos sacerdotes que este año murieron en La Carolina y descansan en la paz del Señor, D. Guillermo Navarrete (párroco de S. Carlos Borromeo) y D. Jorge Casas (que fue párroco de S. Juan de la Cruz).
De las palabras que el Obispo dirigió a los confirmandos y a los que participaban en esta gozosa celebración podemos destacar entre otras: el agradecimiento a familiares y catequistas por la ayuda prestada en la formación cristiana de los que iban a recibir el sacramento de la Confirmación; el Obispo destacó como la vocación del cristiano es vivir el mandamiento del amor; como en la crismación se actualiza Pentecostés y como ante la pobreza ambiental los creyentes desde el evangelio de Cristo hemos de llenar de esperanza e ilusión la vida. Tras comentar los textos sagrados que se proclamaron, exhortó a todos, bajo la mirada amorosa de María, a ayudarnos unos a otros y a responder a la llamada del Señor con generosidad. Asimismo, D. Ramón obsequió a los que recibieron el don del Espíritu Santo con un ejemplar del evangelio de San Marcos.
Tarde de fiesta para la Iglesia carolinense porque un grupo de cristianos recibieron la fuerza del Espíritu del Señor que les capacitará para vivir su fe, mantener la esperanza, ser fuertes en las dificultades y les impulsará a seguir a Jesús en el amor y en el servicio a los demás en la Iglesia y en el mundo.
Pedro F. Criado Menor