Comunicado del Secretariado de Migraciones de la Diócesis de Jaén
26 enero de 2010 El Secretariado de Migraciones de nuestra Diócesis ha seguido con interés y preocupación la situación social y repercusión habida en nuestro país a raíz de la propuesta del Ayuntamiento de Vic respecto a no empadronar a los inmigrantes sin documentación en regla en el momento actual (NO ilegales, todos tenemos la legalidad dada por el mero hecho de nacer como personas con plenitud de Derechos y Obligaciones).
Si bien dicha propuesta ha sido retirada en el momento actual, dado que no se ajusta a derecho, nos parece oportuno hacer unas puntualizaciones al respecto para clarificar cuál es nuestra postura ante la situación creada, así como para hacer constar la preocupación de nuestra Iglesia ante dicho tema.
Nos parece importante que los comentarios que tengamos estén lejos de todo sentimiento de separación de estos nuestros hermanos, a los que siguiendo la cultura claramente economicista de nuestra Sociedad, podemos llegar a valorar como meros objetos que se utilizan según necesidades de nuestra economía. En este sentido es clarificadora la entrevista concedida por Monseñor José Sánchez, obispo de Sigüenza y Presidente de la Comisión de Migraciones de la Conferencia Episcopal que a este respecto declaraba el pasado 19 de Enero: “Cuando los necesitamos ( a los inmigrantes), abrimos todas las puertas. Cuando no los necesitamos también todas las puertas pero…para que se marchen”, aclarando que la visión economicista no puede estar en la forma de utilizar las leyes en nuestra sociedad y menos en nuestra Iglesia.
El análisis que se haga desde nuestro ámbito eclesial y particularmente desde Migraciones es que justo nuestros hermanos inmigrantes son habitualmente las personas más necesitadas de nuestra sociedad y con menos protección, por ello no podemos mirar en nuestra acción si tienen o no documentación en regla, ni si proceden de uno u otro país o profesan religión distinta a la nuestra.
No sería una mirada cristiana pues no pondría en el centro a la persona y su necesidad, como sabemos fue el estilo de vida de Cristo.
Por otra parte nos parece que debates de esta entidad no ayudan a crear la sociedad que nos parece debemos construir, sino que apoyan el enfrentamiento social, político, religioso, entre grupos sociales y… a veces entre comunidades cristianas, creando sentimientos de animadversión hacia las personas inmigrantes, que para nada tienen que ver con nuestra actitud evangélica.
Creemos por ello que es preciso dar otro enfoque a este tema desde la praxis de Jesús. Una mirada al Evangelio nos recuerda líneas centrales, formas de trabajar y desde dónde situarnos: “Venid vosotros, benditos de mi Padre, recibid el Reino que se os ha preparado desde la creación del mundo, porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me acogisteis” (Mt, 25, 34-35).
Es por ésto que pedimos desde este Secretariado un profundo respeto por el colectivo de personas inmigrantes, sea cual sea su situación administrativa, su origen o condición social, a la vez que anunciamos que en nuestras líneas de actuación y opinión, estará siempre el anuncio del Evangelio de Cristo, propuesto con un estilo de vida que favorezca la construcción de un modelo de sociedad en convivencia y solidaridad con los excluidos.
La construcción del Reino de Dios nos lleva a hacer nuestras las palabras de nuestros obispos que en el Documento de la CEE sobre Migraciones de Noviembre de 2007, afirman respecto al futuro de nuestra sociedad:
“Será una sociedad integrada por muy diversas personas, por su origen, raza, cultura, religión… La Iglesia, desde el mandato de su Señor y desde la perspectiva del Reino futuro, está llamada a ser anticipo de esa nueva realidad. En la Iglesia habrán de encontrar un instrumento de paz en la convivencia fraterna de los diversos, en el respeto, en la unidad y en la comunión de la gran familia, anticipo de la sociedad nueva que se está configurando, distinta de la actual.”
Secretariado de Migraciones. Diócesis de Jaén