Comienza el triduo Pascual con la Cena del Señor
28 marzo de 2024La celebración de la Cena del Señor ha marcado la liturgia del Jueves Santo. El Obispo, Don Sebastián Chico Martínez, presidía, en la Catedral, el primer día del triduo pascual, que culminará la noche del sábado con la celebración de la solemne Vigilia Pascual.
Miembros del Cabildo y los seminaristas han acompañado en el presbiterio al Prelado jiennense.
Las lecturas han estado participadas por miembros de la Cofradía de la Buena Muerte y el Evangelio proclamado por el canónigo y Rector del Seminario, D. Juan Francisco Ortiz. El acompañamiento musical ha estado a cargo de D. Alfonso Medina y su coro.
Homilía
Monseñor Chico Martínez ha comenzado recordando con la celebración del Jueves Santo es: “El memorial de aquella y que nos introduce a la pascua que vivió cristo, su muerto y su resurrección. celebración, en la que recordamos: la institución, por Jesús, de la eucaristía, como expresión de amor y de entrega; es el día del “amor fraterno”; y el día de la institución del sacerdocio”.
En el día del amor fraterno, Don Sebastián ha recordado que Dios ama a su criatura, el hombre. El ama hasta el fin. “Contemplamos su fidelidad ante tantas infidelidades nuestras. Baja de su gloria divina, se desprende de sus vestiduras de gloria se quita el manto y se reviste de ropa de esclavo. Baja hasta la extrema miseria de nuestra caída” Para seguir anunciando que con ese gesto, el Señor “ Se arrodilla ante nosotros y desempeña el servicio del eslavo. Lava nuestros pies sucios, para que podamos ser admitidos a la mesa de Dios, para hacernos dignos. Nos capacita para compartir el banquete con Dios y los hermanos”.
Después, sobre el lavatorio ha exhortado a los fieles sobre su significado. En realidad, esta acción (el lavatorio) es el misterio de Cristo en su conjunto, desde la Encarnación hasta la Cruz y la Resurrección. Este conjunto es la fuerza sanadora y santificadora, la fuerza transformadora para los hombres. Es nuestra transformación en una nueva forma de ser, en la apertura de Dios y en la comunión con Él”.
Al concluir la homilía, el Obispo, se ha despojado de sus atributos episcopales y ciñéndose una toalla ha lavado, uno a uno, los pies de las diez personas que quisieron participar en este rito del Jueves Santo: seminaristas, niños, miembros de la Cofradía de la Buena Muerte y fueron los elegidos para que el Obispo de Jaén les lavara y besara los pies, tal y como hizo Jesucristo con sus Apóstoles en la Última Cena.
En la oración de fieles, se pidió para que todos los cristianos sepan seguir los ejemplos de humildad del Señor; Por el Obispo y sus presbíteros: «Para que nuestro Obispo Sebastián y sus presbíteros: que en estos días han recordado el inicio de su ministerio y han renovado las promesas del mismo, vivan plenamente conformados a Jesús y sean siempre fieles a lo que han prometido». Monseñor Chico Martínez ha querido, también, pedir por los presos con los que ha celebrado la Cena del Señor durante esta mañana.
Monumento
Al concluir la Eucaristía, se realizó la reserva del Santísimo. Los seminaristas abrían la procesión con la cruz y los ciriales. A continuación, los concelebrantes, con velas que abrían paso al Cordero Eucarístico. El Obispo, con el Copón que contenía la reserva eucarística, bajo palio cerraba el cortejo. Desde el Altar Mayor del templo principal de Jaén, se dirigieron, acompañados por un numeroso grupo de fieles, hasta la Cripta del Sagrario, allí estaba instalado el Monumento. Tras proceder a la reserva del Santísimo, el Obispo se arrodilló ante el Monumento, y se hicieron unos minutos de silencio y adoración, que concluyeron con un cántico eucarístico.
De nuevo, en procesión, el Pastor del Santo Reino, junto con el resto de los canónigos, seminaristas y concelebrantes regresaron a la Catedral, concluyendo así la Cena del Señor del Jueves Santo.
La Cripta permanecerá abierta hasta a medianoche para acompañar al Señor en adoración eucarística.
No será hasta la gloriosa vigilia Pascual cuando se pueda volver a consagrar. Mientras, la celebración del Viernes Santo, la comunión se dará con la reserva. Una celebración en la que el pueblo fiel está llamado a parrticipar en la adoración de la cruz. El Obispo de Jaén presidirá la celebración de la Pasión, Muerte y Resurrección a las 17 horas en la Catedral.