Cientos de niños son presentados ante la Patrona de la Diócesis en la Fiesta de la Candelaria

     El mediodía del primer domingo de febrero reunió como es tradicional a cientos de familias, que convocados por la Cofradía Matriz de Andújar, llenaron la Basílica Santuario de la Virgen de la Cabeza para presentar y ofrecer a la Santísima Virgen a los niños bautizados en el último año en el marco de la celebración de la Presentación de Jesús en el Templo, la Fiesta de la Candelaria.

     El acto comenzó con la entrada solemne de la Cofradía Matriz con sus banderas y la procesión de celebrantes con la Junta de gobierno con candelas que iban dando luz a los fieles para que a la llegada al altar todos los fieles con sus velas encendidas fueran bendecidos por el Rector de la Basílica y rociados con agua bendita, comenzando la Eucaristía.

     Después de la Homilía, todas las familias renovaron sus promesas bautismales con las velas encendidas de la luz del Cirio Pascual y la Cofradía Matriz renovó su secular Voto de Acción de Gracias a la Virgen de la Cabeza en la Fiesta de la Candelaria por su protección, que ya realizaba en el siglo XVIII.

     En el ofertorio, niños pequeños presentaron velas como símbolo de la fiesta de la Candelaria, unos abuelos presentaron las flores para adornar el altar, unos padrinos presentaron los estadales que serían impuestos a los niños en el Camarín y un matrimonio presentó a su hijo recién bautizado, representando a todos los presentes, con el pan y el vino.

     Al finalizar la Eucaristía, todos los padres juntos rezaron la Oración de Presentación y Ofrecimiento de los niños. A continuación todos los niños que participaron en la celebración fueron pasados por el manto de la Santísima Virgen de la Cabeza en su Camarín, para que ellos y sus familias tengan siempre presente el recuerdo del día en que fueron presentados y ofrecidos a la Virgen, que los acoge como Madre con su manto protector.

 

Oración de Presentación y Ofrecimiento de los niños

a la Santísima Virgen de la Cabeza

 

Gracias Señor por la nueva vida que has creado.

Por estos niños y niñas que has hecho brotar 

como flor nueva en el árbol de nuestras familias.

Los recibimos con gozo y temblor:

Tú nos los entregas y los confías a nuestro cuidado 

y nuestra responsabilidad.

Ahora te los ofrecemos por mediación de tu Madre,

nuestra Madre del Cielo, para que Ella los cuide

con solicitud maternal.

¡Virgen Santísima de la Cabeza, intercede ante Dios

por éstos, nuestros hijos!

Tú, que un día cuidaste al pequeño Jesús, cuida hoy

de nuestro hijos, dales la alegría de sentirse queridos,

el pan de la ternura, el regalo de un hogar sin grietas,

la luz de la esperanza en el futuro.

Ensancha su corazón para que tengan siempre capacidad de amar.

Bendícenos a nosotros, para que seamos capaces de 

respetarles y nunca ser obstáculo para el crecimiento

de la vida divina que ha comenzado en ellos por el Bautismo.

Protege nuestro hogar, Madre: que sea un lugar

donde se crezca cada día en la fe, la esperanza y el amor.

Que nunca falte la alegría.

Ayúdanos en la dicha de ser padres y poder ver

en nuestros hijos un regalo del amor de Dios.

Amén. 

 

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