Celebración del Día Internacional de las personas migrantes
31 diciembre de 2010 El pasado 18 de diciembre se celebraba el Día Internacional de las personas migrantes. Con este motivo Cáritas Diocesana, Cáritas Interparroquial, el Secretariado de Migraciones y el Foro Social de Jaén organizaban un acto en el antiguo Hospital de San Juan de Dios.
El tema central del encuentro eran los Derechos Humanos reconocidos a los migrantes en todo el mundo y, particularmente, en España.
La jornada comenzó con la historia de cuatro inmigrantes que actualmente residen en nuestro país. Korina, Alexis, Grayd y Omar contaban brevemente su experiencia como inmigrantes y sus problemas, sobre todo a causa de la falta de trabajo.
Posteriormente Guillermo Portilla, Catedrático de derecho penal de la Universidad de Jaén, impartía una conferencia bajo el nombre de “Los derechos de los extranjeros en la Ley de Extranjería”.
Guillermo Portilla comenzaba con una clara crítica: “Todos somos migrantes, aunque unos lo pasan peor que otros. Yo soy de Málaga, trabajo en Jaén, y sin embargo, tengo todos los derechos”. El ponente expuso, además, cuales son los derechos que todo inmigrante tiene en nuestro país y sus claras limitaciones. “La Ley de Extranjería, modificada en 2009, no es una ley que reconozca derechos a las personas migrantes. Al revés, limita los derechos. El código penal los limita aún más. Si hay algún derecho, es porque el Tribunal Constitucional tuvo que tomar decisiones, concretamente dos sentencias en 2007, que obligaron al Parlamento a cambiar la Ley de Extranjería y a reconocer derechos sindicales, derechos de huelga, de asociación, de educación hasta los 18 años, derecho a la sanidad si se empadronan, aunque si se empadronan y no tienen papeles los expulsamos…Por tanto hay una clara limitación de esos derechos”.
Asimismo, Portilla hacía hincapié en la idea de que cualquier persona que preste ayuda a los inmigrantes es considerada delincuente según el actual código penal. “Todos los que estamos aquí con compañeros migrantes, que no tienen papeles, que no tienen permiso de trabajo, todos los que estamos colaborando con ellos, somos delincuentes según el código penal actual. La pena que se aplica con la colaboración de la migración ilegal, oscila entre los 4 y los 8 años de privación de libertad. La colaboración desinteresada de organizaciones humanitarias que proporcionan alojamiento o comida, actualmente es un delito en nuestro país”.
El acto finalizaba con un diálogo-debate sobre las respuestas al problema de la inmigración. En esta última parte participaron todos los allí presentes, miembros de distintas instituciones e inmigrantes sin papeles. El objetivo de esta última parte era alcanzar conclusiones sobre las respuestas que actualmente se están dando y las que realmente deberían darse.